Las Estufas es un rústico balneario que le hace honor al nombre: en el terreno existían estufas para secar tabaco, producto agrícola característico de Palmitos, Naranjo de Alajuela, zona en la que está ubicado, aunque todavía se puede apreciar una de las antiguas braseras.
Los 12 hermanos Herrera Rodríguez son los propietarios y vecinos inmediatos. Nació hace 11 años como sitio de recreación, comentó Mario, uno de los hermanos menores y quien es el administrador.
"No fue idea nuestra, sino de la gente; hicimos una piscina para la familia, pero sucedió que empezaron a pedirnos permiso para entrar, pagando algo a cambio, después querían que les vendiéramos comidas, y así, poco a poco les dimos otras atenciones", manifestó.
Las Estufas cuenta con tres hectáreas de construcción y amplias zonas verdes. Por ¢450 que pagan los adultos y ¢350 los niños mayores de cinco años, se puede disfrutar de tres piscinas, un tobogán de 40 metros de largo con agua, canchas de futbol, basquetbol y tenis, pista para go-car, servicios sanitarios, baños, ranchitos, así como de la venta de comidas y se puede alquilar un salón para fiestas o reuniones.
Dentro de algunos meses, se podrá pescar y saborear las tilapias pues se están acondicionando tres pequeños lagos. Y para complacer en especial a los jóvenes, ocasionalmente se organizan conciertos los domingos, de 11 de la mañana a las 3 de la tarde.
Pero el esfuerzo de los familiares y empleados a cargo del balneario siempre se ha orientado a mantener un ambiente tranquilo, para el ansiado descanso de la clientela.
Disfrute del paisaje
Árboles de guaba o naranja y especies medicinales, como el guarumo y el güitite figuran en el paraje. En esa vegetación anida la calandria o el carpintero lineado, entre otras aves. "También nos hemos preocupado por la conservación de especies nativas", destacó Herrera.
En cuanto a la estufa "sobreviviente" su apariencia semeja a una casa de dos plantas. En sus años mozos, de su interior colgaban las frondosas hojas de tabaco, sistema tradicional de gran calidad. Hoy, el viejo armazón negro, contrasta con el celeste de las piscinas y el brillo del sol en el agua.
Quienes visitan Las Estufas en su mayoría son los habitantes de Naranjo y otros cantones alajuelenses, como Palmares y San Ramón, pero Mario Herrera al preguntar a sus clientes sobre la procedencia, para su asombro y orgullo, ha ido sumando visitantes de San José, Cartago y Limón.
Guía práctica
¿Cómo llegar? Las Estufas se ubica en Palmitos, distrito de Naranjo y está a ocho kilómetros del centro del cantón. Entre Naranjo y San José existen 46 kilómetros de distancia.
Viajar en autobús es sencillo. En San José, la estación de autobuses hacia Naranjo se encuentra en la parada de la Coca Cola. El precio del pasaje es ¢180 y el recorrido tarda alrededor de 50 minutos (servicio directo). Para trasladarse a Palmitos se toma otro autobús, cuyo pasaje cuesta ¢40. La entrada al balneario está señalada por un rótulo.
Acceso en vehículo: por la autopista Bernardo Soto hasta Naranjo, una vez en el centro de la ciudad se toma la carretera Interamericana, con ruta hacia Palmares. La vía está asfaltada.
Venta de comidas: si su idea es no cocinar, satisfaga el apetito con comidas típicas: casados, olla de carne y gallos, o decídase por opciones más rápidas: hamburguesas, galletas y helados.
Zona de campamento: también se puede acampar; han llegado excursiones hasta de 150 personas. Las tarifas dependen del tamaño del grupo. Los ranchitos cuentan con agua y electricidad.
Horario: Abre de martes a domingo, de 7 a.m. a 5 p,m.
Precio de las entradas: los adultos pagan ¢450, y los niños mayores de cinco años, ¢350, con derecho a todos los servicios, excepto la pista de go-car: cada vuelta cuesta ¢50.
Teléfonos: puede llamar a estos dos números: 450-0385 ó 450-0922.