Sin duda infancia es sinónimo de juego, descubrimiento y diversión. Es debido a esto que los juguetes son tan importantes en el desarrollo de los niños.
“Ayudan a desarrollar destrezas, algunos son educativos y hay juegos que permiten desarrollar la creatividad del niño”, explicó Julia Fernández, de la Asociación Costarricense de Pediatría.
Todo esto es fundamental en los pequeños. Sin embargo, de seguro a usted le ha pasado que al llegar a la tienda las opciones son tantas que olvida aspectos tan fundamentales como estos y se deja llevar por la moda y la novedad de algunos juegos.
Pero, ¿cómo escoger el juguete adecuado?. Hay varios aspectos que no se deben perder de vista al escogerlo.
Lo básico es que el artículo sea de acuerdo al gusto del pequeño. “A veces los padres buscan lo que a ellos les gusta y dejan de lado las preferencias de los niños”, mencionó Fernández.
Además, este artículo debe estar de acuerdo a la edad del menor, ya que, de no ser así, podría tornarse aburrido o demasiado complicado para jugar.
“Hay que pensar en el desarrollo del menor: en dónde va crecer (el espacio de juego), qué estímulos va tener en la casa (si pasa tiempo solo o con amigos) y la edad del niño, pues pueden haber juguetes muy complicados que al niño no le van gustar porque no los entiende”, explicó la pediatra.
Generalmente se recomienda que se compren juguetes que hagan pensar más a los niños, ya que hay algunos que con solo apretar un botón ya inician una función.
La personalidad del menor es esencial. A un niño tímido, comenta Fernández, se le pueden obsequiar juegos que fomenten la socialización, de esta forma desarrollarán esa habilidad y aprenderán a compartir con otros niños de su edad, a respetar y a tener límites.
Desarrollo del niño. Estimulación de la motora fina y de la motora gruesa son solo dos de las funciones más conocidas que pueden cumplir los juguetes.
El proceso de estimulación puede iniciarse desde que nace el niño y no se termina hasta los siete años, cuando alcance su máxima punto al aprender a escribir, recortar y adquirir otras habilidades.
La pediatra especialista en neonatología, Ada Nidia Oviedo, mencionó que la motora fina puede ser estimulada con juegos de meter, sacar y armar objetos. Esta se desarrolla debido a que implica el uso de la pinza, en otras palabras el uso del dedo meñique y el pulgar.
La motora fina son las destrezas manuales, entre ellas se encuentran la habilidad de encajar artículos, escribir, señalar, entre otras.
“Se sabe que un niño ya ha desarrollado la motora fina cuando es capaz de hacer torres de cubos sin que se le caigan y ya tienen la precisión necesaria para armar figuras”, explicó Oviedo.
La edad del niño determinará cuál es el juguete ideal para su motora fina, por ejemplo, para los más pequeños son ideales los cubos que tienen figuras geométricas de meter y los legos, pero para los más grandes son las pinturas, la plasticina y los collares de cuentas.
Por otro lado, la motora gruesa se basa en los desplazamientos, como en correr, patear, empujar y saltar. Y puede estimularse con ayuda de juguetes como bolas, carretitas de jalar, bicicleta y andaderas.