Chile, (El Mercurio/ GDA). Lucy pasó gran parte de su vida sobre los árboles.
Así lo revela el análisis de los huesos de los hombros de un ejemplar de estos ancestros encontrado en África y que publicó la revista ‘Science’.
David Green, paleoantropólogo de la Universidad de Northwestern (EE.UU.) y Zeresenay Alemseged, curador de la Academia de Ciencias de California, estudiaron las escápulas (omóplatos) de un esqueleto parcial de un ‘Australopithecus afarensis’ niño, descubierto en Etiopía y confirmaron que tenía muchos rasgos en común con los de los simios modernos.
El paleoantropólogo chileno René Bobe -quien trabaja hoy en la George Washington University- conoce bien el fósil ya que participó en su hallazgo en el año 2001.
“Corresponde a una niña de unos 3 años (bautizada como Selam) que vivió hace unos 3,3 millones de años. La encontramos en el año 2000 en Dikika, Etiopía y publicamos el hallazgo en 2006”, dice el especialista.
Destaca que el aporte de los investigadores es el análisis en detalle de unos fósiles que anteriormente no había sido posible estudiar. “Estas escápulas (la derecha y la izquierda) de la pequeña Selam nos muestran que los Australopithecus desde temprana edad tenían adaptaciones arborícolas, lo que ya se sospechaba por otros fósiles como Lucy”.
Cuenta que de ella también se conserva una escápula, pero en un estado extremadamente fragmentario.
Lucy y Selam además podían caminar por el suelo, lo que queda demostrado porque muchos rasgos del hueso de la cadera, de los miembros inferiores y los pies son indesmentiblemente parecidos a los humanos.
“La pregunta sobre si el ‘Australopithecus afarensis’ era estrictamente bípedo o si también trepaba a los árboles ha sido intensamente debatida durante más de treinta años”, reconoció el doctor Green, en la presentación del estudio. “Estos fósiles notables proporcionan una fuerte evidencia de que estas personas seguían trepando en esta etapa de la evolución humana”.
En tanto, Alemseged, coautor del trabajo, sostuvo que este nuevo hallazgo confirma el lugar central que la especie de Lucy y de Selam ocupa entre nuestros antepasados.
El doctor Alemseged, de origen etiope, ha pasado 11 años extrayendo con cuidado las dos escápulas de restos del esqueleto, que estaba encerrado en un bloque de piedra arenisca.
“Como las escápulas son tan finas como el papel, rara vez fosilizan, y cuando ello llega a ocurrir, lo hacen casi siempre en forma fragmentaria”.
Según el académico, este estudio nos acerca un paso más hacia la respuesta a la pregunta de cuándo nuestros antepasados abandonaron la costumbre de trepar a los árboles.
“Parece esto ocurrió mucho más tarde de lo que muchos investigadores han sugerido antes”, concluyó.