Se le tiene en la historia como el prototipo de la elocuencia latina. En una época en que la política estaba en plena ebullición, su brillante oratoria se manifestó en multitud de discursos, alegatos, defensas y ataques; entre estos últimos sobresalen los seis que pronunció contra el pretor Verres, los que empleó en combatir a Catilina, y las Filípicas contra el autoritarismo de Marco Antonio.
Autor de obras de carácter filosófico-moral: República, Leyes, Académicas, Tusculanas (sobre la felicidad humana), Los deberes, La vejez, La amistad y otras, ellas permiten conocer más íntimamente su pensamiento , y los personajes y costumbres de la época. La calidad de su oratoria, su valor moral, sus estudios de retórica y la elegancia de su prosa hacen de Cicerón el más eminente representante de la lengua latina.
Nació en Arpino, en familia acomodada. Fue educado por los mejores oradores, filósofos y legistas de Roma; ejerció gran influencia en él el pensamiento de Molón de Rodas. Recibió instrucción militar, pero sirvió poco tiempo en el ejército. Su vida en el Foro se inició en el año 81, con un discurso en defensa de Quintio. En el año siguiente participó en el primer caso jurídico importante, la defensa de Roscio, acusado de parricidio. Viajó a Grecia y estudió filosofía en Atenas.
De nuevo en Roma participó en política. Fue cuestor en Sicilia, donde se documentó para la acusación contra Verres. En el año 69 fue elegido edil-curul, y poco después, cuestor. Con el apoyo de los aristócratas consiguió el consulado en 63. No fue respaldado por la nobleza, y César y Pompeyo lo depusieron y lo enviaron al destierro en 58. Un año después regresó a Roma y se dedicó a escribir sus obras literarias; las más famosas datan de esta época.
Tras el asesinato de César escribió sobre la naturaleza de los dioses, la amistad y los derechos morales. En el Senado de Roma pronunció las célebres Filípicas que lo enemistaron con Antonio; éste formó una coalición con Octavio y Lépido y persiguió ferozmente a Cicerón, quien, aunque tuvo oportunidad de escapar, por su carácter vacilante aplazó la huida demasiado tiempo y fue muerto en Formia a manos de los soldados del triunvirato.
La historiadora Rachel Gilbreath dice: "La política romana se caracterizaba por el soborno, las alianzas personales en constante fluctuación y las supercherías. Cicerón, indudablemente capaz pero presuntuoso y extraordinariamente ambicioso, carecía de penetración para observar los males sociales de Roma. De haberla poseído, habría sido el amo de Roma, como lo fue César. Mejor orador que éste, carecía sin embargo de atractivo político. Pero el estilo elegante y conciso de Cicerón ejerció enorme influencia literaria y cultural, una influencia que ciertamente fue mucho más duradera que las pequeñas e innobles maquinaciones políticas de la Roma antigua."