Madrid, 2 oct (EFE).- El XV Congreso Nacional del Partido Popular nombra hoy a Mariano Rajoy nuevo presidente del partido, en sustitución del ex presidente del Gobierno José María Aznar, que ha liderado a los conservadores españoles los últimos quince años.
La votación para elegir al nuevo presidente y a su ejecutiva se celebra en la noche del sábado, segunda jornada del Congreso, en la que Rajoy, gallego de 49 años, intervino ante los delegados para defender su candidatura, la única que se presenta.
Rajoy es la única opción en este XV Congreso Nacional, el primero desde la derrota electoral del pasado 14 de marzo frente a los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero que puso punto final a ocho años en el Gobierno (1996-2004) bajo la presidencia de Aznar.
"Estamos preparados ya para gobernar en cualquier momento", dijo el dirigente popular, que reivindicó la figura de Aznar -"el mejor presidente del Gobierno que hemos conocido en España"- y denunció el "acoso" contra el ex presidente, porque "saben lo que vale".
Sin mencionarlo, Rajoy acusó al nuevo Ejecutivo socialista de querer "ver borrada de la faz de la Tierra" la herencia dejada por los conservadores tras su paso por el poder y advirtió: "no lo van a conseguir, y la Historia pondrá a todos en su sitio".
Convocada bajo el lema "España, la ilusión que nos une", la cita comenzó el viernes con un llamamiento a la autocrítica del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, en favor de hacer un "ejercicio de realismo" y de reconocer que "algo hemos debido de hacer mal".
Pero el tono de la intervención de Ruiz Gallardón no tuvo continuidad y otros dirigentes, como el secretario general adjunto, Angel Acebes, y el presidente del partido en la región de Andalucía, Javier Arenas, optaron por lanzar duros ataques al Gobierno.
Acebes acusó ayer a Rodríguez Zapatero de practicar el revanchismo y de fomentar "el recuerdo del escenario que desembocó hace setenta años en una Guerra Civil" y Arenas le acusó hoy de utilizar la Constitución para pagar sus "hipotecas" con los nacionalistas catalanes, socios parlamentarios de los socialistas.
Arenas planteó que, mientras que los socialistas quieren "menos España", los populares quieren "más y mejor España para todos" y están orgullosos de la Constitución y de la bandera constitucional.
La "ambigua" política exterior del Gobierno español también fue objeto de duras críticas durante la segunda jornada del Congreso.
"No se puede ser San Jorge e irse de copas con el dragón", dijo la parlamentaria Dolors Nadal durante la presentación de la ponencia "España en el mundo", en la que expuso las líneas generales de la política exterior que defienden los conservadores españoles.
Nadal ironizó sobre la reciente intervención de Rodríguez Zapatero en la Asamblea General de la ONU, en la que propuso crear una "alianza de civilizaciones", e ironizó acerca de que el presidente quiere ser "el líder planetario de una alianza cósmica".
Las críticas al Gobierno incluyeron la retirada de las tropas de Irak, que fue considerada un incumplimiento de las resoluciones de la ONU, y una precipitación y una medida hecha "con nocturnidad", según la vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio.
La guerra de Irak y el apoyo incondicional de Aznar al conflicto no fueron mencionados, después de que el viernes se rechazara la única enmienda que pretendía un cierto grado de autocrítica en relación con esa posición y que sólo contó con el voto de su autor.
Nadal admitió en términos genéricos que "todo es perfectible", pero consideró que no es un error defender los derechos humanos en el mundo y los principios "que nos llevaron a afiliarnos al PP".
La conclusión de la citada ponencia sobre política exterior es que el peso internacional de España ha sido dilapidado en pocos meses por el Gobierno socialista y ha llevado a una situación que Nadal definió como "la España menguante de Zapatero".
La vicepresidenta de la Comisión Europea también criticó la retirada de las tropas españolas de Irak y acusó al Gobierno de provocar la pérdida de peso de España.
De Palacio se refirió especialmente a los "bandazos" en la Unión Europea y al "afrancesamiento" de la política exterior, del que responsabilizó particularmente al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos. EFE
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