Este año se cumple el centenario del nacimiento de Max Jiménez y, como en 1999, los acontecimientos en torno a su figura continúan sin dejar que desaparezca del imaginario colectivo y, más bien, reivindicando su figura.
A partir de hoy, a las 7 p. m., se inaugura una exposición de 52 obras y algunos poemas de ese artista costarricense en el Museo Rufino Tamayo de México.
Esta vez, un nuevo acicate estará presente en la sala de exposición temporal de ese museo para acercar al espectador a la vida y obra del polifacético Jiménez: un documental sobre su vida.
Titulado Al borde del abismo, al igual que uno de los cuadros del artista, las imágenes, la locución y la música muestran a Max, el ser humano melancólico y de carácter difícil; a Max, el artista incomprendido y a Max, el hombre que logró llegar al siglo XXI asido a su obra plástica y narrativa.
Parte integral
Hoy, en México, será su estreno. Bajo la dirección de Andrés Heindenreich, un equipo trabajó seis meses en esa producción audiovisual que dura 40 minutos.
Sin duda, esa inauguración será un evento importante porque la exposición y el documental se exhibirán en el Rufino Tamayo, uno de los museos más importantes de América Latina, y porque después de 10 años los mexicanos vuelven a observar una gran muestra de un artista tico.
La última fue de Francisco Amighetti, uno de los grandes exponentes de la plástica del siglo XX y gran amigo de Jiménez.
La producción del documental es parte integral de las actividades que se emprendieron el año pasado con motivo del cincuentenario de la muerte de Jiménez y el centenario de su nacimiento.
Este año, esta producción audiovisual y la publicación de la obras completas de Jiménez y del libro Max en el Repertorio son el cierre de las actividades organizadas por el Museo de Arte Costarricense (MAC).
"Este es un trabajo importantísimo. La retrospectivas pasan, pero lo audiovisual es la forma más moderna de un documento histórico. Es más ágil y vivaz", expresa Amalia Chaverri, directora del MAC.
Su vida
Según comentó Andrés Heindenreich, director de este documental, Al borde del abismo es una forma de ver cómo muere y como renace Max Jiménez a través de la exposición que se exhibió en el MAC hasta diciembre.
"El documental trata dos temas de forma paralela: primero, la biografía cronológica de Max y, segundo, lo que fue el montaje de la exposición. Es una interpretación sobre el personaje, quien siempre estaba al borde de algo", agrega.
A través de fotografías viejas, documentos del propio Jiménez, sus libros y poemas, testimonios y recreaciones, Heindenreich y su equipo armaron una producción llena de los grandes logros y de la gran melancolía que caracterizó la mirada y el ser de Max.
Allí está el niño millonario, el joven que se marcha a estudiar negocios, el artista que se rebeló contra su familia por el arte, el pintor que se codea con personajes como Miguel Ángel Asturias y Alfonso Reyes, el vanguardista que llega a Costa Rica y el hombre triste que se ve incomprendido por su país.
No obstante, las imágenes revelan también su parte humana. "Es un personaje muy difícil, multifacético y de una fuerte personalidad", comenta Heindenreich.
La fuerza de su palabra, la expresividad de las formas agigantadas que pintaba y dibujaba, su nostalgia, sus contradicciones y la importancia de su gran legado quedan patentes allí, entre las tomas y la locución.
El documental está lleno de pistas para espectadores curiosos. "Tratamos de utilizar una serie de símbolos y de representaciones diversas de obras como Los fantoches, El domador de pulgas, y El jaúl", agrega Heindenreich.
Con una buena musicalización dramática y un ritmo que no permite separarse de la historia, el documental culmina con un hombre en medio de la incomprensión de la sociedad.
Al borde del abismo cuenta con muchas recreaciones de situaciones reales del artista y de provocaciones sugeridas por sus textos.
Además, incluye entrevistas a su familiares, escritores, el curador de la exposición en el MAC, una historiadora y estudiosos de su legado artístico.
En fin, dice Heindenreich, es un documental acerca de un hombre que se adelantó a su época y que desenmascaró los defectos de la sociedad, aunque esto se reconoce solo en la actualidad.
"Es una reivindicación, una forma de entender una figura muy especial en el panorama artístico nacional con sus defectos, su generosidad, su aporte y su profundidad. Este documental es la reelaboración de la vida de un hombre excepcional", explica Chaverri, la directora del MAC.
Los costarricenses tendrán que esperar un poco para ver este bosquejo audiovisual de Max Jiménez pues se presentará en el país hasta finales de febrero, según dijo Chaverri.
Por ahora, exposición y documental se encuentran contándole a los mexicanos sobre un gran tico.
Los creadores
Documental: Al borde del abismo
Director: Andrés Heindenreich
Guionistas: Tobías Ovares y Heindenreich
Fotografía: Manuel Vázquez
Sonido y mezcla: Emiliano Arreaga
Dirección de arte: Aída Rodríguez
Producción ejecutiva: Amalia Chaverri y María Lourdes Cortés
Actores: Diego Andrés Soto, Carlos Alvarado, Michael Koepker
Locución: Eugenia Chaverri
Produce: Museo de Arte Costarricense
Coproducción: Centro Gandhi de la Universidad para la Paz y Área 51