Con gran expectación y ante más de 300 periodistas y un centenar de admiradores, el cantante y antiguo miembro de Los Beatles, Paul McCartney inauguró el viernes pasado, una exposición de pintura con más de 70 obras suyas en una galería de Siegen (oeste de Alemania).
"Es arriesgado hacer algo que se salga del propio terreno", declaró el músico británico, que expone por primera vez su obra pictórica.
Muchos de los cuadros fueron pintados entre 1988 y 1995 y tienen un carácter autobiográfico, como lo demuestra un retrato de su esposa Lynda, fallecida el año pasado.
También su excompañero en los Beatles, George Harrison y su mujer,
Patty Boyd, aparecen en otro retrato realizado con pintura acrílica titulado The swinging sixties.
En la exposición también se encuentran representaciones de la monarca Isabel de Inglaterra en una trilogía llena de humor que se titula La Reina después de fumar su primer cigarrillo, pintada en color verde tabaco.
Los periodistas que asistieron a la conferencia de prensa celebrada con motivo de la inauguración tuvieron que ceñirse solamente a la nueva faceta pictórica de McCartney, ya que este no quiso responder a ninguna pregunta sobre música.
Entre los asistentes no se encontraban críticos de arte.
El organizador de la exposición, Stefan Schroedeiber, un viejo amigo del exbeatle, expresó sus impresiones sobre los cuadros: "Quiero decirlo de una vez: son de expresión fuerte" y después de una pausa resumió: "Su música es mejor."