La mitad de los casos de sordera pueden evitarse si se diagnostican a tiempo y se someten al tratamiento apropiado, alertó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reporte oficial.
Vacunar a los niños contra el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis, aplicar la vacuna contra la rubéola a las mujeres antes de que se embaracen y efectuar pruebas para descartar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas, son parte de las medidas para prevenir la sordera.
Además, los expertos de la OMS recomiendan no exponerse a ruidos muy fuertes, y solicitan que las personas con antecedentes familiares de sordera, se hagan pruebas periódicas de audición.
“En los bebés y los niños pequeños, la detección temprana y el tratamiento oportuno evitan problemas con la adquisición del lenguaje y el aprovechamiento escolar”, cita el documento.
En Costa Rica. En el país, los problemas auditivos son una de las principales causas de discapacidad. Datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) indican que cuatro de cada 1.000 niños nacen con un defecto de este tipo.
Tanto el Hospital San Juan de Dios como el Hospital de la Mujer cuentan con equipos que permiten detectar estos daños en las primeras 24 horas de nacidos. Con base en ello se dan recomendaciones a pediatras y padres de familia sobre la mejor forma de evitar que se conviertan en una discapacidad grave.
Los dispositivos emiten sonidos débiles y evalúan la respuesta del menor.
Si los daños son atendidos en los primeros tres meses de vida, el niño no tendrá problemas para escuchar con ayuda de audífonos y podrá hablar normalmente.
En el mundo, más de 275 millones de personas padecen problemas de audición, y el 80% de ellas viven en países de ingresos bajos y medianos.