PARIS (AFP) - El arte de conjugar la elegancia sin rigidez y el confort sin dejadez prevalecen en los desfiles de prêt-à-porter masculino para la temporada otoño-invierno 2007-2008 que se realizan en París hasta el martes.
El hombre de hoy debe "ser moderno", "sin demasiado gran vestir, ni demasiada informalidad, elegante, chic", resume el diseñador de la casa Lanvin, Lucas Ossendrijver.
En la colección Lanvin, el aspecto es juvenil y chic, con pantalones de franjas verticales al costado o que se estrechan en el tobillo, como la vestimenta de gimnasia.
Calzado de zapatillas deportivas, tocado de un sombrero entre gorra y bombín, el hombre Lanvin se viste sin perder de vista su comodidad. Adopta la corbata, pero combinada con camisas sedosas y brillantes, a veces de colores vivos, y chaquetas de aspecto arrugado.
Por su parte, Stefano Pilati concibe al hombre Saint Laurent con capuchas, que se utilizan sobre cualquier tipo de vestimenta: un amplio abrigo rojo con pantalón de franela o un clásico traje.
Las pieles adornan los cuellos y puños de los abrigos. Largos y fluidos chalecos de lana gris, chaquetones y abrigos rectos y negros de forro acolchado dorado figuran en la colección. El echarpe de seda reemplaza la bufanda de lana.
En la colección Hermès, el cuero y la cachemira reinan para construir un guardarropa declinado en tonos pardos y grises.
La diseñadora Véronique Nichanian propone gabardinas de cuero, pantalones de paño de lana y pulóveres tejidos. El chaquetón se declina en todo tipo de cueros pero puede ser también de cachemira.
El británico Paul Smith privilegia el terciopelo en tonos otoñales (marrón, ciruela, bronce) para las chaquetas, a veces bordadas de ramas de oro, y para los abrigos. Los pantalones, que a menudo se adornan con una franja de color, deja ver los tobillos y permite lucir los botines y los calcetines de colores vivos.
Su compatriota John Galliano concibe un hombre listo para cualquier combate, ataviado de gruesos pantalones de cuero y chaquetones también de cuero, como caparazones, sobre los que luce un vellón de lana gris.
Los pantalones se adornan de bordados dorados o de tachuelas. El frío se combate con gruesas capas de lana gris que se asemejan a pieles de animales.
Con un estilo opuesto, Sonia Rykiel opta por una cómoda suavidad. Los hombres Rykiel se abrigan con gruesos y largos pulóveres de lana gris o negra, pantalones estrechos y bonetes o echarpes adornados con borlas.
Rykiel no vacila en asociar un rústico abrigo de grueso punto con un traje de tres piezas gris, corbata roja y camisa blanca, o un bonete con borla combinado con una chaqueta de franela.
Cachemire, terciopelo, mohair, lanas finas o rústicas se declinan en gris, negro, azul marino, marrón chocolate, blanco o violeta.
Para Louis Vuitton, el hombre adopta una actitud conquistadora, pero sin agresividad. Su vestuario se suaviza con gamas de colores matizadas y un calzado muy alegre (zapatos verdes o negros con adornos rosa fluor, zapatillas deportivas naranja...).
Los pulóveres de cachemira y los pantalones se lucen en gamas de grises degradados. Un abrigo canela en los hombros termina siendo morado ciruela en el dobladillo.
© 2007 AFP