Buenos hábitos alimentarios y el consumo de mucha agua son dos consejos de oro para prevenir la aparición cálculos renales o ‘piedras’ en los riñones.
La litiasis renal, como se le llama en la jerga médica, se produce cuando ciertas sustancias en la orina van formando pequeños cristales, en su mayoría de calcio. Pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una perla.
La primera recomendación es el consumo abundante de líquido. Los expertos recomiendan que la persona se hidrate lo suficiente como para poder orinar hasta tres litros diariamente.
Esta práctica ayuda a mantener diluida la orina y a generar movimiento a lo interno del riñón, un movimiento similar al de una catarata. De esta forma las sustancias no pueden asentarse y no se forman cristales.
A pesar de ser el calcio el principal componente de las ‘piedras’ renales, hay polémica respecto a la conveniencia de eliminar los lácteos de la dieta.
Según explica el nefrólogo Manuel Cerdas, disminuir el consumo de lácteos fomenta la producción de la hormona paratormona, la cual más bien aumenta el nivel de calcio en el cuerpo.