Graeme Kelling, guitarrista de la banda de pop escocesa Deacon Blue, murió esta semana a la edad de 47 años tras una larga batalla contra un cáncer de páncreas, confirmó el grupo en su página de Internet.
“Es nuestro triste deber deciros que Graeme Kelling ha muerto”, afirmó la banda, que se declaró demasiado triste para hablar mucho en estos momentos”.
El músico, que “había librado una lucha de cuatro años con una enfermedad que finalmente se llevó lo mejor de él”, falleció el jueves pasado en un hospital de la ciudad de Glasgow (Escocia) y deja una esposa, Julia, y dos hijos, Alexander, de cinco años, y Grace, de dos.
Los compañeros de Kelling agregaron que se abrirá en su portal de Internet en el sitio del grupo (www.rickyross.com) un libro de tributo para que los seguidores del conjunto aporten “grandes recuerdos, fotografías o pensamientos sobre Graeme”.
Deacon Blue fue fundado en 1985 por el cantante y compositor Ricky Ross y el percusionista Dougie Vipond, a quienes se unieron Graeme Kelling, el bajo Ewen Vernal y Jim Prine a los teclados.
Todos ellos vivían en Glasgow y pronto se integró en la banda Lorraine McIntosh, esposa de Ross, que en los coros dio la contrapartida colorista a la sobriedad propia del grupo.
Celebridad
Deacon Blue saltó a la fama a finales de los ochenta y principios de los noventa con canciones como Real Gone Kid y Fergus Sings The Blues de gran éxito en el Reino Unido y Europa.
El grupo siempre intentó alejarse de las etiquetas, elaborando una música fresca y vibrante y unos textos cargados de contenido, lo que dio lugar a un estilo que la prensa calificó como “delicado pop otoñal”, por sus sonidos nostálgicos y ligeramente tristes.
La banda, que llegó a publicar siete discos, se disolvió en 1994, aunque se reunió, con algunos cambios en 1999 para ofrecer una serie de conciertos y grabar un álbum de baladas, titulado Walking Back Home .