Los primeros gemelos fecundados en un tubo de ensayo nacieron anoche, mediante cesárea, en el hospital Max Peralta de Cartago, luego de 37 semanas de gestación.
El reloj marcaba las 8:32 p.m. cuando Beatriz vio por primera vez la luz. Dos minutos más tarde, el parto se completó con el pequeño Luis Daniel.
Se trata de los primeros hijos que llegan al hogar formado por Emma Funes y Luis Fernando Vega, quienes tienen cinco años de estar en tratamiento por infertilidad.
"Los niños venían en posición transversal y, a pesar de lo complicado del parto, nacieron con signos estables", aseguró Carlos Peña Obando, pediatra que participó en la operación. De acuerdo con el galeno, este éxito médico se vio coronado con la buena salud de la madre.
"A mí me tocó recibir a la bebita, que fue la primera en nacer. Apenas la tuve en mis brazos se la enseñé a doña Emma, que estaba muy emocionada y se puso a llorar de la alegría", añadió Peña Obando.
Gerardo Escalante López, especialista en ginecología y obstetricia y coordinador del grupo de reproducción asistida, explicó anoche que se decidió interrumpir el embarazo, toda vez que la madre empezó a tener contracciones uterinas, alteraciones en su presión arterial y se detectó que la niña no estaba creciendo al mismo ritmo que su hermano gemelo.
Destacó que para tomar esa decisión se hicieron pruebas especiales que determinaron la madurez pulmonar de la pequeña y --por lo tanto-- la viabilidad de su alumbramiento.
La intervención quirúrgica estuvo a cargo de Escalante López, Delia Ribas, Gustavo Montero. La valoración de los gemelos la efectuaron los pediatras Carlos Peña Obando y Ben Johnson.
Años de esterilidad
Doña Emma Funes, guatemalteca con 25 años de vivir en nuestro país y casada con el costarricense Luis Fernando Vega, acudió al programa de reproducción asistida tras una obstrucción en las trompas de falopio que impedía la posibilidad de una fecundación natural.
Estuvo en tratamiento por infertilidad durante cinco años, incluso se le practicó una intervención quirúrgica para eliminar ese problema, pero sin ningún resultado.
Según Escalante López, la posibilidad de embarazos gemelares en un plan de fertilización in vitro es mayor que en un embarazo natural. En el primer caso, la posibilidad de un embarazo múltiple oscila entre el 10 y el 20 por ciento, mientras que en un embarazo natural esa opción es de 1 en cada 86 alumbramientos.
Esta técnica empezó a desarrollarse en Costa Rica en 1984 y dio sus primeros frutos en 1994 con el embarazo de Lorena Vargas, quien abortó a la criatura un mes después; la siguiente en hacerse este tratamiento fue Irina Brenes, que dio a luz el 14 de octubre pasado a Esteban Kooper Brenes.
Tanto Escalante López como la ginecóloga y obstetra Delia Ribas Valdés dijeron que este nacimiento gemelar tiene un gran significado para ellos y habla de la calidad del programa.
Este nacimiento se produce precisamente en el momento en que la fertilización in vitro es discutida en el ámbito legislativo, pues hay diputados que opinan que esta práctica debe eliminarse, mientras que otros sostienen que solo debe ser objeto de regulación.