Natalia Monge es un mujer menuda, de paso ligero, pero decidido... acostumbrada a hablar rápido, pero viendo a los ojos. Se define como arriesgada y prudente a la vez. Temeraria cuando se trata de tomar decisiones laborales, pero retraída cuando son asuntos personales.
Ella, al igual que sus personajes, es una mezcla de personalidades. Y, contrario a lo que muchos creen –por el medio en que se desenvuelve–, es seria y en ocasiones no entiende el humor de sus colegas, quienes conscientes de ese detalle le juegan bromas al aire.
Natalia es reservada y se adelanta a decir que no es a cualquiera a quien deja entrar en su vida. Aunque tiene muchos conocidos, sus amigos son contados con los dedos de una sola mano.
Su habilidad para imitar a otras personas o crear personajes ficticios, hoy la colocan como una de las imitadoras más destacadas de la escena nacional. Ella se convirtió en uno de los rostros conocidos de canal 6, durante la transmisión de las corridas de toros, junto con sus compañeros del programa radial
En los últimos meses, ha capturado la mirada de muchos televidentes, al parodiar a la cantante Shakira, con peluca rubia, vestuario incluido, y cantando el popular
Quizás por su talento o por su reservada forma de ser, no es tan sencillo desmenuzar a esta mujer de muchas voces y personalidades.
“Siempre he sido muy metida en todo, en el buen sentido de la palabra, como muy ‘bombetilla’. Desde que estaba en la escuela siempre me metía en todos los cursos que no implicaran gastos adicionales para mis papás”, recuerda esta joven, quien recién cumplió 26 años.
“Ahora soy la coordinadora de negocios de Internet y estamos desarrollando un proyecto muy ambicioso (en Monumental). Estoy llevando la Maestría en Comunicación Corporativa, y los fines de semana trabajo con los toros. A veces, hago presentaciones privadas con
Sobre su participación en las corridas de toros, la joven vecina de Heredia dice haber descubierto otra faceta que le ha despertado su interés: la televisión.
“Me llama la atención ser presentadora, pero no en el papel de charlatana. Sin embargo, es cuestión de verlo (si se presenta la oportunidad)”, comenta.
“El equipo del 6 me ha hecho sentir muy bien; es maravilloso, me acogieron tan bien. Nunca me sentí cohibida, nunca me sentí con miedo de hablar por estar sentada con personas que tienen gran peso en la televisión”, asegura.
Fue en ese canal donde ella estrenó a su personaje de Shakira, el cual ya incorporó en las presentaciones privadas que hace con sus compañeros de la radio.
“Me gustaba imitar a Shakira desde que estaba en el colegio. Y ahora con lo del Estadio Nacional ella volvió a adquirir carácter noticioso en el país. Sí, la tuve que practicar mucho más, la parte de la caracterización, el
Su compañero de
Después de eso recibió una invitación para asistir a dicho programa, como espectadora, y ahí está desde entonces.
“(Ser imitadora) nunca fue un plan concreto. Nunca me dije: ‘quiero ser imitadora profesional’. Sí sabía que tenía una cualidad artística, y sabía que no quería desperdiciar todo eso”, asegura.
Para Monge, la vida no tiene casualidades sino mezclas de oportunidades, pues lo de imitar le llegó después de que cerrara un difícil capítulo en su vida: dejar el ballet para siempre, después de una lesión en los tendones de Aquiles.
Tras superar el trago amargo, la trigueña ha hecho de las suyas con sus personajes, de los que tiene un promedio de 10. Algunos son creados por ella y otros basados en una figura pública.
“Ahorita tengo dos (personajes) en la mira y uno ya estoy comenzando a maquetearlo. Uno de ellos es Maureen Salguero; la observo montones y ella me dijo que me iba a ayudar facilitándome grabaciones suyas”, comentó Monge, quien se reservó el nombre de su segunda “víctima”.
De sus personajes más populares y que más fácil se le dan, por su timbre de voz, es el de Carolina Sánchez, presentadora de
Entre los que más le ha costado está el de
“(Para seleccionar a los conocidos que imita) detecto si es un personaje potencial, después de escucharlo mucho. A partir de ahí se lo propongo a Norval (Calvo), hago la imitación; no es que se tira al aire de una vez, antes lo pulo. Puedo durar en eso tres meses”, dice.
Monge ha contado con el favor de las personalidades a las que imita, aunque aclara que su deber no es cuidarle la imagen a nadie.
“Ellos (las personalidades) están felices de la vida (de que los imite). Más bien se me ha acercado gente para preguntarme cuándo los imito. La imitación lejos de ser una burla, una ofensa, muchos la toman como un halago”, apunta.
“No hay un deber de cuidar la imagen a nadie. Todo lo que nosotros decimos al aire sobre un personaje es porque lo hemos escuchado de otras fuentes, como los periódicos y la televisión. Así que si, por ejemplo, Maureen Ballestero comete un error, nuestra Maureen Ballestero (su personaje) va a sufrir esas consecuencias al aire”, puntualiza la artista.
Por ahora, Natalia Monge disfruta de su faceta en la radio, aunque asegura que la imitación no es algo a lo que piensa dedicarse para siempre, pues está segura de que esta faceta le abrirá la puerta para comenzar la siguiente.
En estos momentos, la pareja atraviesa una prueba de fuego, pues Mata se encuentra en España, donde hace una pasantía.
“Ha sido muy duro, se extraña mucho a la persona. Aunque siempre hablamos, uno necesita a la persona cerca y eso ninguna tecnología te lo da todavía. Lo que hacemos es tener entre nosotros detalles, para no extrañarnos tanto. Antes, nos levantábamos en las madrugadas a chatear, pero no lo hemos vuelto a hacer porque se vuelve muy cansado”, dice Monge, quien en Semana Santa tiene planeado ir a España para visitarlo.
Por ahora, la pareja no tiene prisa en casarse, aunque admite que ya han hablado del tema, y que tener una familia para ella está por encima de todo.
“Mi gran meta en la vida es tener a mi familia, dos hijos. Para mí, es lo fundamental; probablemente, yo no esté completa si no logro eso”, concluye la imitadora.