Por Javier Otazu
Bagdad, 4 oct (EFE).- El nuevo dinar iraquí, que fue presentado hoy, ya no contiene el rostro de Sadam Husein, y servirá para unificar un país donde convivían dos tipos de monedas, una en el Kurdistán y otra en el resto del territorio.
La nueva moneda estará en circulación a partir del próximo 15 de octubre y los iraquíes podrán canjear el dinar actual por el nuevo durante tres meses, tiempo durante el cual ambas monedas serán de curso legal.
Lo más significativo no es que desaparezca el rostro de Sadam Husein de los billetes, sino que la nueva moneda terminará con la dualidad que había entre el norte kurdo y el sur del país y va a dotar al país de un nuevo símbolo nacional, según el lema: "Un país, una moneda".
Y es que en el Kurdistán circulaba una moneda distinta, llamada "dinar suizo" -porque se imprimía en Suiza-, que era simplemente el viejo dinar iraquí de antes de 1990, cuando Sadam hizo introducir su rostro en los billetes.
La existencia de una moneda propia, junto a la práctica inexistencia de la bandera iraquí, convertía al Kurdistán en un territorio simbólicamente distinto a Irak.
El nuevo dinar, que se cambiará a una tasa de 1=1 para la moneda actual y a otro cambio distinto para el "dinar suizo", contará con seis billetes de entre 250 dinares y 25.000.
En este momento, un dólar se cambia en el mercado negro a unos 1.900 dinares, pero hace solo dos semanas se cambiaba a 2.200, lo que indica que el dinar se está apreciando con las noticias del cambio de moneda.
El vice gobernador del Banco Central iraquí, Ahmed Salman Mohamed, reconoció que son muchos los que le preguntan por qué no se ha optado por dividir por diez o por cien los billetes para lograr precios por unidades, en lugar de centenas o miles, pero aseguró que los expertos han aconsejado seguir los valores actuales para dar estabilidad a los precios.
Actualmente, el iraquí de a pie lleva siempre encima gruesos fajos de billetes de 250 dinares -los únicos que no corren el riesgo de estar falsificados-, con los que paga cantidades que casi siempre son de varios miles.
Los nuevos billetes contienen elementos del patrimonio natural y cultural iraquí, como mezquitas, palmerales del sur, cascadas del Kurdistán, monumentos históricos o, en el único caso de homenaje personal, un físico y matemático de la época califal, Al Hasan ibn al Hitham al Khauarism.
En realidad, todos estos motivos ya aparecían en antiguas series iraquíes de billetes antes de que Sadam Husein hiciera estampar su propia cara, por lo que las autoridades monetarias han juzgado que los antiguos motivos resultarían familiares a muchos iraquíes.
Los lugares de trueque de monedas van a ser exclusivamente los bancos oficiales, lo que puede suponer un duro golpe para el floreciente mercado de cambio, tanto en oficinas como en la misma calle.
El vice gobernador se mostró convencido de que el cambio de moneda no traerá un aumento de precios, y dijo por el contrario que la nueva moneda estabilizará los precios y el cambio de divisas.
Sin embargo, la inundación de dólares por todo el país -pues los salarios se pagan en dólares desde la llegada de las tropas estadounidenses en abril- introduce grandes desarreglos en la economía iraquí que no van a desaparecer con el nuevo dinar.
Las autoridades ya han distribuido pasquines por las calles para explicar cómo serán las nuevas monedas y las garantías de seguridad -marcas de agua, franjas brillantes, letras grabadas en relieve- que llevarán para evitar toda falsificación.
La nueva moneda se dio a conocer el mismo día precisamente en que se presentó el embrión del nuevo ejército iraquí, consistente en un batallón de unos 700 hombres que hoy se graduaron en Qarqush, al este de Bagdad.
El último de los símbolos nacionales que queda por decidir es el de la bandera, pues aunque se sigue utilizando en casi todos los casos la vieja bandera roja, blanca y negra, esta no es oficialmente la enseña del país, y el Consejo de Gobierno aún debe decidirse al respecto. EFE
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