Frunció el ceño, miró al vacío y exhaló una inmensa bocanada de humo. Meditó la respuesta. Luego dijo: "Sí; estoy desilusionado de este equipo."
Esta afirmación confirmó lo que muchos saprissistas sospechaban. El técnico, Jorge Mario Olguín, no desea seguir con el cuadro sanjuaneño por una serie de problemas internos.
Y tal como lo dijo a La Nación ayer, Olguín no seguirá con el Saprissa, una vez que finalice el presente torneo mayor, pues dirigirá en la Segunda División de España.
Ayer, una vez que terminó la práctica morada en el estadio Ricardo Saprissa, previa al clásico de hoy, el argentino ahondó en los motivos de su renuncia.
--¿Por qué esta desilusionado?
--Cuando llegué a Saprissa, me dijeron que era uno de los dos equipos de mayor afición, pero siempre jugamos en estadios vacíos. Me dijeron que querían un proceso a largo plazo, pero una vez en el puesto me pidieron ganar todos los partidos. Prometieron que no habría inconvenientes de ningún tipo y ahora los chicos me transmiten que hay problemas económicos.
"¿Sabés por qué se suspendieron las reuniones de la comisión técnica? Bueno, porque sus integrantes, que se supone deben ayudar al entrenador, solo querían saber por qué no puse a este o a aquel jugador.
--¿Está tan mal el equipo?
--Encontré un plantel que no era protagonista, que jugaba al contragolpe y aprovechaba el error del rival. Intenté cambiar esto, pero es muy difícil cuando no se te dan todas las condiciones.
--¿Siente que tuvo poco apoyo?
--Sí. A los únicos que vi trabajar por el equipo fueron al presidente (Enrique Artiñano), a Mínor (Vargas, directivo) y a Martín (Robles, gerente).
--¿Qué va a hacer de cara a su primer clásico?
--Estimular en los muchachos una mentalidad positiva; hacerles ver que deben olvidar sus problemas y ganar en la cancha.
--¿A qué equipo dirigirá en España?
--Todavía no te lo puedo decir pues aún tiene técnico y no me gustaría que se entere por la prensa.
--¿Alguna posibilidad de quedarse? Si Saprissa gana el Campeonato Nacional y del torneo Grandes de Centroamérica, igual me voy pues esta decisión no depende de resultados. En todo país en que jugué o dirigí he ganado algo y espero no irme de Costa Rica con las manos vacías.
Clásico vital
Nunca como antes se puede afirmar que el clásico es un partido aparte para Saprissa, equipo que, contra las cuerdas, debe reaccionar para recobrar la esperanza de seguir con vida en el campeonato.
Luego de una derrota (ante Carmelita) y empate (Pérez Zeledón), los morados disponen de un deficitario punto, con el cual ocupa el último lugar de la cuadrangular C de la segunda fase.
Unido a ello, Saprissa atraviesa serios problemas internos que estallaron con la renuncia --a partir de que termine la temporada-- del entrenador, el argentino Jorge Mario Olguín.
En este marco, para los tibaseños el clásico de hoy puede ser de vida o muerte. Por lo menos eso es lo que afirman los jugadores, consultados ayer en el estadio Saprissa, luego de la práctica a puertas cerradas.
Para Rónald González, Saprissa "debe ir al Morera Soto por el triunfo, no tanto por la presión de la prensa, sino por el deseo que tiene el grupo por ser protagonista".
El portero Erick Lonnis confía plenamente "en las capacidades de mi equipo. Sé que la historia cambiará y un clásico es un encuentro sin pronósticos. Dentro del camerino morado, existe confianza y deseos de enmendar las actuaciones del pasado, mañana (hoy) será otra historia".
Adrián Andrés Mahía, goleador argentino que refuerza el plantel morado, tendrá esta noche --al igual que Olguín-- su primer clásico en Costa Rica.
"Deseo salir por la puerta grande. El grupo está unido y con ganas de mostrar la cara que todos los hinchas desean ver en nuestro equipo. No descansaremos hasta obtener el resultado esperado".
Para Gerard Drummond, la cancha del Morera Soto "es un campo que en anteriores clásicos nos ha sonreído. Allí el Saprissa juega con más soltura, hemos conversado lo suficiente para corregir lo del pasado, estoy seguro de que la suerte será morada".