Santiago. AFP. El exagente civil chileno Osvaldo Romo Mena, considerado como el más cruel de los represores de la dictadura del general Augusto Pinochet, murió en prisión ayer en la madrugada, informó Gendarmería.
Romo, de 70 años, falleció en el Hospital de la Penitenciaría de Santiago, producto de un paro cardiorrespiratorio.
El exagente civil estuvo las últimas 24 horas inconsciente, aquejado por una fuerte desnutrición, diabetes y sufría depresión, de acuerdo con los reportes médicos.
“Hubo un deterioro progresivo de su estado de salud y al final se descompensó básicamente su cuadro cardíaco”, dijo el médico de la Penitenciaría, Juan Idrovo.
“Murió en la soledad y en el desamparo y solo algunos amigos, entre los que me cuento, nos preocupábamos de él”, señaló su abogado defensor, Enrique Ibarra.
El exagente civil, conocido como el Guatón Romo , cumplía dos condenas: una de 10 años de cárcel por el secuestro de un militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que aún permanece desaparecido, y otra de cinco años, por la detención ilegal de un estudiante.
Según su propia confesión, participó y aplicó los más atroces métodos de tortura a cientos de detenidos durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), una condición de la que dijo sentirse orgulloso.
Célebre es una declaración contenida en el libro Confesiones de un torturador , de la periodista chilena Nancy Guzmán, en la que no mostró arrepentimiento alguno por sus actos.
“Lo haría igual y peor aún”, aseguró Romo, al ser consultado si volvería a torturar.
Romo integró las filas de la Dirección de Inteligencia Nacional, la temida policía política de la dictadura, responsable de la mayoría de las más de 3.000 víctimas que dejó el régimen del fallecido Pinochet.