El año de la bestia, 6 del 6 del 2006. 666. El mal ha regresado. Una campaña mundial de mercadeo lanzó un “refrito” de
La cinta original estuvo rodeada de extrañas casualidades, desde rayos que impactaron aviones, un atentado terrorista, hasta una mujer decapitada en un accidente vial. Todo porque la esposa de Robert Thorn, embajador de los Estados Unidos, perdió a su bebé y un oportuno cura le regaló otro (Damián), que resultó ser el mismísimo hijo de Satanás.
De camino a Los Angeles, en dos vuelos distintos y con tres días de diferencia, el avión de Gregory Peck – quien interpretaba al embajador – y el de David Stelzer, guionista, fueron impactados por un rayo. ¡Ufff! Pésima puntería.
Casi ocurrió otra desgracia cuando el productor Harvey Bernard estacionó su auto y apenas el director Richard Donner intentó bajarse, un carro fantasma le golpeó la puerta y estuvo a punto de amputarle el pie. Para peores, cuentan que el equipo de rodaje casi muere en pleno, debido a un atentado del Ejército Revolucionario Irlandés, ocurrido cerca de donde estaban almorzando. Para colmo dos leones, suados en una escena anterior, huyeron de sus jaulas durante la noche y engulleron al vigilante del zoológico.
Lo más sangriento le pasó a John Richardson, encargado de efectos especiales. El viajaba con su novia, chocaron con otro auto y la pobre muchacha murió decapitada, tal como sucedió en la cinta con el fotógrafo que interpretaba David Warren. Lo extraño fue que el accidente sucedió frente al rótulo de una calle llamada: Ommen, 66,6 km.
Al final los rollos de la película casi terminan en el fondo del mar, porque cerca de la isla de Terranova se formó un tifón y el avión con el filme tuvo que aterrizar de urgencia. Lo más horroroso fueron las exiguas taquillas que produjeron las dos secuelas de
Ya decía Groucho Marx que la televisión fomentaba la cultura, porque cada vez que la encendía, buscaba un buen libro en la biblioteca. Si la rubiecita Heather O’Rourke le hubiese hecho caso, estaría aún viva.
La trilogía de
La tragedia se ensañó con el reparto y al finalizar
La última víctima fue Heather, la rubia de ojos azules que hablaba con los espíritus televisivos. Ingresó de urgencia al hospital con una dolencia estomacal y murió sin mucho trámite... a los 12 años.
Maldición o rumores publicitarios, nadie lo sabrá nunca. Para los seguidores de
El destino trató a patadas y manotazos a Bruce Lee y a su hijo Brandon, dos actores que murieron en circunstancias más que extrañas y en pleno rodaje de sendas películas:
Los padres de Bruce Lee lo apodaban “pequeño Fénix”, un nombre que según ellos lo protegería de los espíritus malignos: poco les valió, puesto que murió a los 32 años víctima de una inflamación cerebral, causada por tomar un analgésico.
Bruce, en realidad se llamaba Lee Jun Fan y como era un desastre en Hong Kong, su padre lo envió a EE.UU. y ahí fundó una escuela de artes marciales, que le abrió las puertas de la televisión en la serie
La perfección a la que llevó el Jeet Kune Do, un depurado estilo de artes marciales, lo convirtió en un ídolo y pronto captó la atención de la industria. Filmó varias películas pero fue
Tantas horas de práctica, los continuos golpes y el consumo de hachís fueron minando su fortaleza física, al punto que sufría terribles dolores de cabeza.
Ser el mejor siempre atrae envidiosos y en los libros de Linda Lee, la viuda, y los relatos de Bolo Yeung, un amigo, se reseñan las rivalidades que generó el “pequeño dragón” y el desprecio de sus colegas.
Lo cierto es que Lee llegó a las dos de la tarde, del 20 de julio de 1973 al apartamento de su amiga Betti Ting Pei a echarse una siestecita –entre otras cosas–. Ting Pei le ofreció un analgésico que le provocó una reacción alérgica y el cerebro de Lee se hinchó hasta casi explotar.
Aunque el valiente muere solo una vez y el cobarde mil, en Internet hay al menos siete causas diferentes sobre su deceso: un golpe postergado; un herborista chino lo envenenó; un ataque al corazón mientras hacía maromas con Betty Ting Pei; una sobredosis de
El pequeño dragón se fue de este mundo tan rápido como su famoso
Todos recuerdan las carcajadas psiquiátricas del Guasón en
Como suele ocurrir en Hollywood, hasta lo previsible resulta sorpresivo y nada mejor que una muerte inesperada, para mover la maquinaria de propaganda antes de un estreno. Un año antes de la premiere de 1998 se lanzó una campaña publicitaria centrada en el Guasón: un sitio web falso, propaganda política ficticia, carteles, billetes con su imagen, campañas virales, el periódico
Ledger venía en picada desde que se separó de su compañera Michelle Williams; ya había intentado suicidarse. Dejó inconclusa la película
También Ledger produjo un videoclip sobre la matanza de las ballenas en la cual estas pescan y arponean a los humanos, los despellejan y los convierten en comida para mascotas.
El hombre más rápido que un avión y más fuerte que una locomotora murió de un simple tiro en la cabeza; no era de acero sino de carne, mortal y pecadora.
El primer Superman fue Kirk Alyn; él hizo una cinta en 1948 y otra en 1950; los críticos alabaron su doble caracterización de Clark Kent y el superhéroe. La tragedia le tocaría a George Reeves. Fue tan exitosa la serie de televisión que hasta Hirohito, Emperador de Japón, reconoció que él y el Príncipe Akihito nunca se perdían un capítulo.
El 17 de junio de 1959 los periódicos norteamericanos titularon: “Superman ha muerto”. Esa madrugada ,Reeves y un grupo de amigos armaron una tremenda juerga y mientras los demás dormían en un piso inferior, el hombre de acero viajó al más allá.
Si bien la prensa atribuyó la muerte a un estado depresivo, flotó en el ambiente el chisme de que Reeves tenía un amorío con Toni Mannix, esposa de Eddie Manixx, el tercer hombre más poderoso de la Metro-Goldwyn-Mayer. Y ya se sabe: lo ajeno no se toca.... Una investigación concluyó que Reeves murió intoxicado: estaba tan borracho aquella noche que a duras penas se sostenía en pie.
El caso de Christopher Reeve fue diferente. Nadie mejor que él caracterizó en el cine al hombre de acero. Hizo tres cintas y en plena gloria, en 1995, cayó de un caballo y se fracturó las dos primeras vértebras cervicales: quedó paralizado hasta su muerte. Solo el apoyo de Dana, su esposa, lo disuadió de suicidarse.
Otra que tampoco la pasó bien fue Margot Kidder, quien interpretó a
Seguramente George y Christopher regresaron a Krypton y vuelan bajo un sol rojo, lejos de sus archienemigos: la desolación y la muerte.
La escena es caótica. Un infierno de explosiones ilumina la noche, mientras el soldado, Vic Morrow, huye con dos niños vietnamitas en brazos, Renee Shin-Yi Chen de 6 años y Myca Dinh Lee, de 7. Un helicóptero los persigue. De pronto, el piloto pierde el control y las aspas de la nave decapitan a Morrow y a uno de los niños, el otro muere aplastado. En este link de you tube, http://www.youtube.com/watch?v>6_Gqv-q4dqM, se puede apreciar la dramática secuencia.
Era la medianoche del 23 de julio de 1982. Solo faltaba esa toma para terminar el primer capítulo de
Vic Morrow, héroe de la serie de televisión
Todo salió mal. A Landis le advirtieron que el personal estaba cansado; que el helicóptero volaba muy bajo y que no valía la pena repetir una escena que ya se había hecho. No hizo caso. El novel director fue llevado a juicio por homicidio involuntario pero lo absolvieron.
A partir de 1986 se reglamentó el trabajo de los niños en las películas. Desde un bebé de 15 días hasta un joven de 18 años, no pueden laborar de madrugada ni en días lectivos; deben tener descansos y estar junto a un padre o tutor.
En filmes posteriores hubo más accidentes con helicópteros que causaron 11 muertos y 13 heridos. En
Se dice que el mal acompaña al hombre desde que dejó el Paraíso. Estas 13 cintas malditas parecen demostrarlo. 1