A contraluz, su presencia llena el horizonte. El sol hace lucir más dorado su cabello y su voz invita a conversar sin apuro; a charlar de las cosas sencillas que hacen grande su vida. Parece simple, bien ubicada, diáfana y sin recovecos. Habla, interrumpe, pregunta, calla. Será por eso que la la tildan de hablantina y la acusan de padecer “microfonitis aguda”, aunque confiesa que es así de natural, y no por llamar la atención.
Ella, que fue modelo de pasarela y ahora figura emblemática de
A los 41 años se siente renovada. Para nada extraña el tesoro de la juventud y el tiempo, así como quitó, también le dejó otro tipo de belleza, la interna, que le dio experiencia, madurez y seguridad, asegura con toda convicción. “Eso no lo cambiaría ni por tener otra vez 20 años.”
Comenzó su carrera en canal 7, en el área de mercadeo, pasó al hoy extinto noticiero NC4, e stuvo cuatro años en
En todo ese tiempo, nunca ha sido piedra de escándalo. Ve de lejitos el torbellino farandulero y evita las intrigas... hasta donde puede.
El día se le va en un santiamén. Le cuesta levantarse pero a las 6 sale disparada y en un “plin plin” está en el canal para que la maquillen e iniciar su jornada. Por lo que cuenta, administra la casa como una empresa, ahí tiene una “ejecutiva de hogar” –Aminta– que sigue al dedillo sus indicaciones, porque Patricia es detallista, sin ser obsesiva.
Aunque “sería rico” dejar todo e irse a rodar tierras, tiene a Estefanía, un marido tico, un hogar, responsabilidades empresariales y laborales, que exigen su presencia.
Cuando llegó a Costa Rica, recién casada, trabajó en una oficina de seguros; más tarde fundó con su madre una fábrica de uniformes ejecutivos y ahora, como le vienen bien los números, es socia con su familia del restaurante Chancay, designado oficialmente uno de los 21 mejores del mundo en comida peruana.
Patricia dice vivir sin complicaciones. Cada día le trae su propio afán. Disfruta lo que se ha ganado: en Repretel tiene cuerda para rato.
--¿Padece microfonitis?
--Hablo como una tarabilla, me emociono. Hasta mi marido dice que es demasiado. No es “microfonitis”, así soy en todo lugar pero no pretendo llamar la atención. Siempre he sido así.
--¿Sirve ser bonita?
--Todo entra por los ojos y abre puertas de primera entrada; el resto viene por añadidura. También hay que tener estudios, inteligencia, madurez, capacidad. Hay gente que dirá de mí, y de otras mujeres, que llegué a tal lugar o puesto solo por ser bonita. Tener una apariencia agradable, ser alta y delgada me permitió ser modelo.
--¿Miedo a la vejez?
--Tengo arrugas, patas de gallo, hay partes del cuerpo que ya no están en el mismo lugar y aún así disfruto de la edad que tengo, llevo los años con gracia; estoy en una edad muy bella y no añoro mis veinte. Una debe cuidarse, amarse, hacer ejercicio, usar las cremas que quiera y hacerse los tratamientos que necesite porque eso es la esencia de ser mujer. Si una persona piensa que operarse la hará sentirse mejor, que lo haga; pero la vejez, de que llega, llega.
--¿Le molesta ser alta?
-- Mido 1,80 metros y de joven me sentía muy mal. En los bailes nadie me sacaba a bailar por lo grande, pero al final fue un atributo que me sirvió en el modelaje. Antes no había hombres tan altos, pero mi marido es de mi tamaño y ahora uso tacones, los disfruto, me parecen divinos y los complejos se fueron hace mucho.
--¿Es independiente?
--Desde pequeña jugué basquetbol, fui reina de belleza, hice pasarelas, viajé mucho y pude ser autónoma económicamente, entonces uno empieza a tomar decisiones y eso me permitió crecer y encontrarme. Creo firmemente que toda persona debe ser independiente, pero sola no puede con todo. Necesito espacio para ser mejor y las relaciones humanas son importantes; tengo una pareja con la cual quiero pasar todos los días que me faltan por vivir.
--¿Tiene vida privada?
-- Es lindo que la gente me salude; que cuchicheen cuando me miran en la calle; pero uno debe guardar un espacio íntimo y suelo ser celosa con eso; hay momentos en que solo quiero estar con la familia.
--¿Qué estudió?
--Comunicación y tenía previsto dedicarme a la publicidad en Perú. Aquí estudié mercadeo y ventas en el viejo ITAN, intenté estudiar periodismo pero no disponía de tiempo; cuando empecé en NC4 recibimos cursos de dicción, expresión corporal, manejo de imagen, lo necesario para este trabajo de presentadora. La comunicación es una carrera para gente con vocación, uno ve a los compañeros que tienen esa mística en su trabajo y eso marca la diferencia.
--¿Son diferentes hombres y mujeres?
--El hombre debe seguir siendo fuerte, proteger, dar seguridad a la mujer y a la familia. Esto no va a cambiar porque las mujeres somos más afines a los hijos, el éxito de una pareja se debe a la mujer. Debemos ser el soporte del hogar.
--¿Algún apodo?
--Un periodista me puso “Barbie emperatriz”; lo hizo con cariño y no me molestó; cuando se tiene tanto tiempo en este medio se genera una protección contra la crítica destructiva, la constructiva la recojo y agradezco los comentarios favorables. Cuando los hijos leen esas opiniones negativas les afecta mucho.
--¿Amigos o cómplices?
--Prefiero los amigos de corazón y tengo pocos. Cuento con ellos enteramente; no me están criticando; me ayudan sin envidiarme; me aman constantemente; no cambian; no me juzgan pero me hacen ver las verdades y las aguanto. Un cómplice es diferente, los hay para lo bueno y lo malo.
--¿Escucha las verdades?
--Me gusta que me digan lo que quieren de mí; la franqueza duele, mejor suavecito. Con amor se puede decir hasta lo peor. Uno debe aprender a escuchar, a intercambiar ideas. Todas las personas tienen motivos diferentes y son libres de actuar a su manera; otros prefieren ser más discretos.
--¿Canal 7 o Repretel?
-- La primera es la televisora más antigua, tiene tradición; estuve ahí dos años feliz de la vida; quiero a los Picado, tengo muchos amigos y agradezco la oportunidad. Repretel es mi segundo hogar, es maravillosa, uno deja huella y crece.
--¿Compite con
--Directamente, somos del mismo corte y horario. Siempre quiero ganar, ser la primera. Nos esforzamos para hacer un programa variado, rico, entretenido para la gente y que pase la mañana con una mejor alternativa.
--¿Poder o influencia?
-- Tengo 13 años de estar en Repretel, hice mis “pininos” aquí, por supuesto que tengo influencia; en
--¿Hay intrigas en Repretel?
--En todo lado; no soy intrigante ni nunca lo he sido. Nadie es perfecto y puedo haber emitido críticas o comentarios, pero no me presto para generar rumores o regar la bola para perjudicar. Meterse en chismes genera otros contra uno; mi carrera es muy sana, mi esposo me acompaña a todas las actividades en que participo; tengo 20 años de casada y él conoce más gente del medio que yo. La televisión es muy densa, con envidias, serruchadas de piso y lo importante es saber rodearse de personas honestas; uno va en el camino que debe ser y evita que el ambiente se lo chupe.
--¿Está por retirarse?
--Cinco años, diez años, el otro año, no se cuánto más seguiré en la televisión; solo el tiempo lo dirá. Soy una apasionada de lo que hago, me fascina
--¿Para qué tanto sacrificio?
--Mi esposo dice que dedique más tiempo para mí. Siento que uno debe estar más rato con la familia para sacarla adelante; me encanta estar ocupada y lo haré hasta que el cuerpo aguante.
--¿Tiene sucesora?
--Por ser una figura siempre hay personas que quieren ser como yo; hay gente joven que viene detrás y poco a poco vamos pasando porque así es el medio. Hay bastantes muchachas que harán su propia imagen. No sé si me quieren imitar; a veces comentan que tal persona copia mi manera de presentar, de vestirme, de arreglarme; soy un modelo para bien.
--¿Le pagan bien?
--Nunca se puede cuantificar en dinero la valía de una persona o de lo que da; uno siempre se debe sentir más satisfecha de lo que hace porque lo realiza bien y de corazón, pero cuando se habla de salario siempre se quiere más. Estoy feliz con lo que hago y lo que recibo.
--¿Gastona o ahorrativa?
--Lo que gano va para una caja común. La administración de la casa es cosa seria. Todo lo que ganamos ambos es para el bienestar del hogar que somos tres. Me gusta darme los lujos que se puede; lo que bien se gana, se puede disfrutar.
--¿Cómo se ve en el espejo?
-- Sin maquillaje y recién levantada me digo “Patty corra que ya empieza el día, alístese, qué dicha, un día más de vida, sáquele provecho.”
--¿Es dueña de su vida?
--Sí pero no se puede romper todo parámetro. Se puede hacer lo que se quiera en la medida de los valores que se posean. No hay nada escrito en piedra, la posibilidad de una nueva vida siempre está presente, toda persona tiene derecho a cambiar.
--¿Vale ser conocida?
-- La gente te chinea más. Tienen ciertos gestos maravillosos; uno llega a un lado y las personas lo tratan con más familiaridad y se rompen muchas barreras; hay más cercanía y es más fácil relacionarse.
--¿Y su hija?
--Estefanía es una maravilla porque es mía; es mi tesoro, un regalo de amor de Dios para nosotros. Es una realización verla crecer, desarrollarse, amarla, no hay amor como el de una madre, es indescriptible, tiene 14 años y no me da guerra, es buena estudiante y soy exigente pero con amor.
--¿Fue muy noviera?
--Cero. Duré cinco años con uno y creí que me iba a casar. Después tuve otro noviecillo y al final mi esposo. Me conquistó y dejé mi familia, mi trabajo, mi tierra, mis amigos y me vine con él. Nunca me molestó que fuera 12 años mayor.
--¿Es deportista?
--Juego tenis bastante bien; me encanta competir y he representado a Costa Rica. El deporte es la mejor terapia. En el colegio jugué basquetbol y fui seleccionada nacional en Perú. Todos los sábados voy al gimnasio, pero suave porque me operaron la rodilla.
--¿Algún arrepentimiento?
-- Uyyyy sí. De un programa que se llamaba
--¿Va de paseo?
--Me encanta la playa, el mar, el sol me da una energía tremenda, es riquísimo estar en medio de ese tipo de naturaleza. Me fascina viajar y trato de hacerlo, me encantaría conocer todo el mundo y voy poco a poco; no hay dinero que aguante.
--¿Un golpe duro?
--La muerte de mi hija Tamara. Una se sobrepone alzando la mano al cielo y pidiendo ayuda y fortaleza. Es un dolor que mengua con el paso de los años, pero es un sentimiento y un espacio abierto en el corazón de una madre. Aprendí a vivir con esa pérdida y a seguir en la batalla de la vida.
--¿Es buena ama de casa?
--Soy súper organizada, me encanta estar pendiente de todo lo que se hace, que haya ambiente y calorcito hogareño. Uyyy, a veces ando en unas carreras, llego al súper, hago las compras, salgo, se me olvida y me voy al canal. En la casa hago todo tipo de tareas hogareñas. Todo me queda cerca: el dentista, el “dry cleaning”, el súper, así ahorro tiempo.
--¿Pierde la paciencia?
--Sí y cierro el pico. No digo nada. Calladita más bonita. Me detengo, me tranquilizo, reflexiono para empezar otra vez.
--¿Y Dios?
-- Quiero vivir la vida que Cristo quiere para nosotros, por eso decidí estudiar La Palabra de Dios. Es una búsqueda espiritual; estudio con un grupo de oración y tengo dos años con esa inquietud. Aunque estaba satisfecha en muchas áreas de mi vida sentí esa necesidad de tener plenitud en mi corazón y encontré una relación diferente con Dios que me cambió. Mejoré en muchos sentidos: paciencia, tolerancia, debilidades de carácter y priorizar lo más importante.