PARA WALT DISNEY FUE UN SUEñO, el sueño fue un deseo, y el deseo fue una película diferente realizada en 1940: Fantasía, exactamente su tercera película de dibujos animados luego de Blancanieves y los siete enanos y de Pinocho.
Con Fantasía, los comentarios de la crítica fueron muy diferentes: fue calificada de una cinta desigual, pretenciosa, excesiva y cursi; pero otros la señalaron como una película pionera, genial, seductora y espléndida. En boleterías, los resultados no fueron tan halagüeños, y solo con el tiempo (más la colaboración del videosistema) la cinta fue recuperando su inversión.
Ante eso, Walt Disney guardó en su escritorio el afán por realizar una secuela inmediata de la película. Sin embargo, 60 años después, Roy Edward Disney vicepresidente de la actual compañía Disney y sobrino del tío Walt se decide por la aventura de hacer esa secuela para recuperar nuevas fantasías, para llevar pentagramas de música académica a la renovada creatividad de los dibujantes Disney.
Aquí está: se trata de una película multiforme, audaz e interesante. Su título es Fantasía 2000, juego de modernidad y de tradición, ahora con la batuta del maestro James Levine (en la primera teníamos la de Leopold Stokowski) y con el rigor de la Orquesta Sinfónica de Chicago.
El filme continúa la idea elemental de la primera Fantasía, incluso mantiene el mejor fragmento: el del ratón Mickey como El aprendiz de brujo, según la música de Paul Dukas (el corto está dirigido por James Algar), donde nuestro amigo Mickey se lía con fuerzas desatadas por su curiosidad.
Fantasía 2000 enriquece la imaginación con propuestas visuales a partir de la música de Ludwig van Beethoven (La quinta sinfonía, segmento dirigido por Pixote Hunt) y de Dmitri Shostakovich (Concierto para piano número 2, corto dirigido por Hendel Butoy y titulado El soldadito de plomo, según el cuento de Hans Christian Andersen).
Además, Butoy dirige Pinos de Roma, música de Ottorino Respighi; también Eric Goldman dirige dos fragmentos: Rapsodia en azul, música de George Gershwin, y El carnaval de los animales, música de Camille Saint-Saëns en su Finale.
A Francis Gleba le corresponde la dirección de Pompa y circunstancia, música de Edward Elgar; en tanto, el segmento final a Gaetan y Paul Brizzi con La suite del pájaro de fuego, música de ígor Stravinsky (versión de 1919).
He ahí los ocho cortos (sketchs) de Fantasía 2000, todos ellos diferentes en su concepción artística, desde lo tradicional hasta formas geométricas en artes abstractos, donde el pato Donald es capaz de ser ayudante de Noé durante el diluvio, donde hay ballenas voladoras, costumbres neoyorquinas, soldaditos enamorados de bailarinas en mundo de juguetes, flamencos enredándose en los hilos de un yoyó y ninfas verdes que renacen.
Fantasía 2000 es un mundo seductor y bien amarradito de imágenes y música.
Cómo, dónde, cuándo
Fantasía 2000 se exhibe en Magaly, Variedades, Cariari, San Pedro, Plaza Mayor, Cinemark.
Entrada: De ¢800 a ¢1.200, según la sala; precio especial para pensionados.
Horario: Funciones regulares.