El expresidente de Nicaragua Daniel Ortega fue uno de los principales beneficiados con el reparto de propiedades confiscadas que hizo su administración, aseguró ayer el diario La Prensa, atizando el escándalo alrededor del espinoso tema, conocido como "la piñata".
Ortega, quien gobernó entre 1979-90, sería dueño de 12 propiedades registradas en el lujoso barrio de Las Colinas, al sur de Managua, las que tienen un valor total aproximado a los $250.000, de acuerdo con una lista que publicó La Prensa, pero cuyo valor real todavía es dudoso, según consultas hechas por La Nación en Managua.
El Mandatario encabezó el régimen del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que impulsó la confiscación de unos 5.000 inmuebles por medio de una reforma social y agraria, y que fueron distribuidos a unas 200.000 familias, según los exgobernantes sandinistas.
Esos bienes, sin embargo, no fueron entregados solamente a personas pobres, sino que la alta dirigencia se quedó con gran cantidad de grandes propiedades, mansiones y empresas, afirman sus antiguos propietarios.
El actual gobierno nicaragüense, que encabeza el Arnoldo Alemán desde el 10 de enero último, ha exigido al FSLN la devolución de las propiedades o el pago "en su valor real" a los antiguos dueños, que hacen gestiones judiciales para recuperarlos.
Las exigencias de Alemán han producido fuertes roces con Ortega y sus más cercanos colaboradores del FSLN, que rechazan las pretensiones del Gobierno de restituir las propiedades confiscadas.
Difícil acuerdo
No obstante, pese a las posiciones radicales, una comisión bipartita de juristas que mantuvo reuniones periódicas desde mediados de enero, logró el sábado un acuerdo sobre el candente tema y elaboró un anteproyecto de ley que deberá aprobar el Congreso.
La iniciativa contempla la creación de un marco jurídico y el respeto a los derechos adquiridos por los beneficiarios del reparto hecho por el FSLN.
No obstante, dejó abierto un espacio para que los confiscados reclamen la devolución o el pago de las grandes propiedades, lo que afectará los intereses de la alta dirigencia sandinista.
Algunos de los afectados comentaron a la prensa de Nicaragua que están dispuestos a acudir a organizaciones humanitarias para hacer sus respectivos reclamos e, incluso, hasta al propio Congreso de Estados Unidos si fuera necesario. Muchos de los afectados por las confiscaciones son ciudadanos estadounidenses.
Los privilegiados
El jefe del Ejército de Nicaragua, general Joaquín Cuadra Lacayo, y otros altos mandos militares encabezan una lista de sandinistas que poseen mansiones de lujo confiscadas en la década pasada, publicó ayer el diario independiente La Prensa, de Managua.
El líder sandinista y expresidente de Nicaragua (1979-1990) Daniel Ortega, según la publicación, está en posesión de diez de las mansiones confiscadas a los familiares y amigos del asesinado expresidente Anastasio Somoza Debayle y a otros particulares.
En la lista , el jefe de las Fuerzas Armadas aparece con cinco residencias ubicadas en diversos repartos de lujo de Managua.
El jefe del Estado Mayor del Ejército, general de brigada Javier Carrión McDonoug, aparece con dos residencias, mientras que el coronel Lenin Cerna Juárez, exjefe de la extinta dirección general de seguridad del Estado, con ocho mansiones.
Hugo Torres Jiménez, ascendido a general de brigada el pasado 2, y jefe de la Dirección de Información para la Defensa (DID), aparece con una residencia, lo mismo que René Núñez Téllez, miembro del Directorio del Frente Sandinista.