PRAGA (AFP) Treinta y dos años después de marcharse de Checoslovaquia y dieciocho después de la caída del comunismo, el escritor Milan Kundera recibió esta semana el Premio Nacional de Literatura de la República Checa, una distinción inmerecida para unos o muy tardía para otros.
"Homenajear a Kundera dieciocho años después de la revolución (de 1989) me parece un poco tarde", dijo a la AFP el actor Jiri Bartoska.
Para él, es el "carácter checo en el peor sentido de la palabra" el que ha aflorado en este caso, poniendo de manifiesto el rencor hacia el hijo del país que un día se fue y abandonó su lengua para escribir en francés y adoptar la nacionalidad francesa.
Sin embargo, para el semanario "Kulturni tydenik", "hubiera sido mejor darle un premio por haber ignorado a los lectores checos".
"Fue él quien decidió no publicar sus obras más que de modo esporádico en nuestro país (...) Todo checo que no hable francés o inglés debe esperar" para leerle, agregó esta revista cultural.
En efecto, hicieron falta 21 años para que su obra más popular, "La insoportable levedad del ser", fuera publicada en checo.
Sus textos más recientes, "La lentitud", "La ignorancia", "El telón", aún no han sido traducidos, lo que se explicaría, según fuentes próximas al autor, por su aspiración a la perfección léxica.
Kundera, de 78 años, era un intelectual conocido como un comunista reformista hasta su desaparición de la vida pública tras la ocupación de las tropas soviéticas en 1968.
Instalado en Francia desde 1975, el autor, que se definía como "un extraño autor francés en lengua checa", ha vuelto a su país de vez en cuando tras el final del comunismo, pero siempre de incógnito.
Esta semana, este hombre discreto que no ha protagonizado ninguna aparición pública en años, alegó razones de salud para ausentarse de la entrega del galardón pero hizo saber en un mensaje que se sentía "muy emocionado por esta recompensa".
Para el diario Dnes, Kundera "hizo bien en no venir" porque en la República Checa un premio conlleva siempre "burlas y artículos mordaces" y, sobre todo, la "kadrovani", la famosa comprobación de las cualidades personales y políticas que se practicaba durante el régimen comunista.
"Sus detractores le reprochan tres pecados imborrables: sus poemas de juventud durante el periodo comunista, su desconsideración hacia la causa checa en la emigración y su falta de voluntad de compensar tal desconsideración", afirmó Dnes.
Durante la entrega del premio, el primer ministro Mirek Topolanek denunció el "corral provinciano" checo en un mensaje leído en su ausencia.
"Sus detractores reprochan a Milan Kundera sus poemas comunistas escritos en los años 50, pero omiten intencionadamente 'La broma'", novela aparecida en Checoslovaquia en 1967 en la que criticaba sin piedad el sistema estalinista, recordó.
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