París, 1 nov (EFE).- La estatua de bronce de Victor Noir, periodista asesinado en 1870 por un primo de Napoleón III, ha sido vallada en el célebre cementerio parisino de Pere Lachaise para protegerla del acoso de mujeres que atribuyen a sus generosos atributos masculinos virtudes propicias a la fecundidad.
"Toda degradación por medio de grafiti, tocamientos indecentes u otros medios puede ser perseguida", reza el cartel recién colocado junto a la tumba, por orden de la Alcaldía.
Victor Noir, nacido Yvan Salmon, fue abatido a los 22 años, en víspera de su boda, por el impulsivo príncipe Pierre Bonaparte, al que visitaba para concertar, como testigo, un duelo para su redactor jefe en "La Marseillaise".
Para evitar disturbios por el asesinato de ese republicano, las autoridades organizaron sus funerales a las afueras de París, hasta que en 1891 sus restos fueron trasladados al Pere Lachaise.
Su lápida está adornada con una estatua de bronce, obra de Jules Dalou: aparece con la boca abierta, los brazos flojos a ambos lados del cuerpo, la ropa caída y el entrepiernas generosamente dotado.
Esa protuberancia está precisamente en el origen de la leyenda que desde hace unos 40 años, según la prensa parisina, ha convertido a la estatua en objeto de culto fetichista: mujeres deseosas de tener un hijo visitaban la tumba para frotarse sobre la parte más llamativa del bronce o la punta de sus botas. Junto al yacente se han hallado flores o zapatitos de bebé, en señal de gratitud...
Pero visitantes del cementerio se han quejado y, por decisión de la Alcaldía, la estatua de Noir está ahora fuera del alcance popular. EFE
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