Rafael Calixto Escalona Martínez nació en la localidad de Patillal del norteño departamento del Cesar el 26 de mayo de 1927 y fue el sétimo de nueve hermanos, recordaron fuentes culturales.
El maestro Escalona, como le decían, se consideró en alguna ocasión como el “cronista del vallenato”, desde los lejanos años en que su padre, Clemente Escalona, le leía historias periodísticas y él, entonces, creía que “podía hacer lo mismo pero (no escritas) cantadas”.
Su primera canción data de febrero de 1943, a la que siguieron decenas, tras recoger historias cotidianas de su región.
Desde entonces, y según algunos de sus biógrafos, su obra creció así como su fama de “músico, parrandero y mujeriego”.
Algunas fuentes familiares señalan que llegó a tener 36 hijos.
“Escalona es un mosaico pintoresco y lleno de gracia que narra las historias, las costumbres y chismes de su tierra, según ocurre en La patillalera, La custodia de Badillo, El villanuevero, El general Dangond (...).
“Pero también deja testimonio de sus amores y dolores, como en La historia, Honda herida, La brasilera, Dina Luz (...) ” , recuerdan los biógrafos.
En su vida, Escalona fue secretario de Obras Públicas del departamento del Cesar, cónsul en Panamá, escritor de conferencias sobre vallenato y agricultor.
Por petición expresa de Gabriel García Márquez, Escalona fue una de las personas que conformó la delegación que acompañó al escritor al recibimiento del Premio Nobel de Literatura en 1982 (Estocolmo).
Escalona murió de una insuficiencia cardíaca.