Los cambios contenidos en el Proyecto de Ley de Correos, que permitirán a la Dirección Nacional de Comunicaciones (CORTEL) convertirse en la empresa Correos de Costa Rica S.A., están a un paso del plenario.
Solo resta la firma del dictamen afirmativo de mayoría, que ya recibió el proyecto el pasado 5 de febrero en la Comisión de Reforma del Estado. Luego, la próxima semana pasaría a ocupar uno de los 10 lugares en la agenda legislativa de las sesiones extraordinarias, informó el diputado Francisco Antonio Pacheco, presidente de la comisión.
La iniciativa le permitiría a CORTEL autofinanciarse y autoadministrarse, con miras a la apertura de una serie de servicios postales que, actualmente, han sido asumidos en un 45 por ciento por 33 empresas privadas.
Según su director, Fernando Chaves, de no aprobarse ese proyecto de ley, la institución no llegaría ni al año 2.000: "O nos modernizamos, o morimos, así de simple", manifestó Chaves, ayer, en conferencia de prensa.
El proyecto, en tanto, no cuenta con el visto bueno de los sindicalistas, cuyos dirigentes argumentan que, detrás del documento no hay más que una privatización solapada, en la que pende el futuro de gran parte de los 980 empleados de la institución.
Fernando Vargas, secretario general adjunto de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), asegura de que "las concesiones contempladas en el artículo nueve, no son más que una privatización de los servicios de CORTEL. Los despidos, además, están a la vuelta de la esquina".
Fernando Chaves arremetió contra esta posición al sostener que las afirmaciones "son totalmente falsas. El pago de prestaciones se hará por el cambio de naturaleza jurídica, pero se conservarán los puestos. CORTEL seguirá siendo del Estado, aunque será manejado con una visión empresarial".
Algunas de las principales barreras que debe franquear hoy el sistema de correos y telégrafos, son: la falta de nuevos nombramientos por el congelamiento de plazas; el límite presupuestario de ¢925 millones anuales, cuando requiere cerca de ¢2.500 millones para funcionar adecuadamente; y las necesidades de inversión sin posibilidad de ejecutarse.