Basta con introducir su nombre en Google para saber que Jocelyn Wildenstein, una multimillonaria suiza de 59 años, encabeza las listas de las celebridades más feas del planeta. Lo peor es que esta mujer, quien en los años 70 era una completa belleza, se ha convertido en una suerte de monstruo... por voluntad propia. Su dinero le ha permitido gastar cerca de 3 millones de euros en más de 30 cirugías plásticas que, al día de hoy, la tienen convertida en una especie de mujer-gato de siniestro aspecto.
Lo más triste, reseñan decenas de publicaciones, es que Jocelyn empezó con esta extraña fijación por amor, pues se practicó las primeras cirugías de rejuvenecimiento para recuperar a su esposo, el también millonario Alec Wildenstein, quien la abandonó tras varios años de matrimonio para recluirse en una finca, en África, rodeado de decenas de gatos, animal por el cual el hombre siente una pasión casi insana. Jocelyn logró su objetivo y la pareja se reconcilió, pero cayeron en un círculo vicioso de rupturas y reconciliaciones que cada vez se volvían más escandalosas. Cada vez que la pareja se separaba, Alex se refugiaba en sus gatos, por lo que la mujer decidió continuar con las cirugías pero ya no para rejuvenecerse, sino para irse convirtiendo en un ser lo más parecido posible a esos especímenes que tanto ama su esposo. Lo más increíble es que, ya totalmente desfigurada, logró reconquistar a Alex una vez más.