Casi 20 años después de que el mundo conociera la película El tambor de hojalata y Hollywood le diera el Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera, un juez del estado de Oklahoma ha decidido que es "obscena" y la retiró de circulación.
Tras la decisión judicial, la policía requisó todas las copias de los clubes de vídeo y se apersonaron en los domicilios de quienes la tenían en sus hogares por haberla alquilado.
El episodio, por sorprendente, ha merecido la atención de los medios de comunicación más prestigiosos del país que se preguntan si no es posible poner coto al puritanismo imperante en Estados Unidos.
"Nadie discute que la pornografía infantil es condenable, pero no podemos dejar las decisiones culturales a gente que pondría una hoja de higuera en una estatua de Miguel Angel", consideró Michael Salem, abogado de la Asociación de EE.UU. para las Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés).
La película en cuestión, de contenido antinazi, narra cómo un niño llamado Oskar, horrorizado por la actuación de los nacionalsocialistas, decide no crecer para no participar en el mundo de los adultos.
Todo empezó cuando hace pocos días un estudiante de Pensilvania llamó a una emisora de radio cristiana para quejarse de que en su universidad se había visto y comentado la película, que incluye una escena en la que el protagonista sostiene una relación de sexo oral con una joven.
La llamada no cayó en saco roto para Bob Anderson, director de la asociación "Oklahoma para Niños y Familias", organización que combate la pornografía. Anderson sacó una copia del filme de una biblioteca de la ciudad de Oklahoma y la llevó a un juez de distrito. Las leyes de este estado dicen que cualquier película en la que aparecen menores de edad en escenas de contenido sexual debe ser considerada obscena y es ilegal.
En una carta pública enviada al diario de Oklahoma Tulsa World, el director de la película, el famoso realizador alemán Volker Schlndorf, señaló que las autoridades de Oklahoma también pueden retirar de la circulación todas las copias del libro de Gunter Grass (en el que está basado el filme), considerado una de las mejores obras de la novela contemporánea internacional.