El cuento infantil narra que una Nochebuena la neblina era demasiado espesa y no había forma de que Santa Claus pudiera conducir su trineo para llevar los regalos a todos los niños del mundo.
Entonces apareció Rodolfo, un reno del que todos se burlaban por tener la nariz roja. Esa noche, lejos de ser motivo de burla, esa nariz se convirtió en la guía del trineo. Desde entonces Rodolfo comandó los renos del trineo de Santa Claus.
¿Qué hacía que Rodolfo tuviera su nariz tan roja? Un grupo de científicos en Noruega y Holanda se dieron a la tarea de investigarlo y concluyeron que, probablemente, el reno Rodolfo tenía una mayor cantidad de vasos capilares en la nariz, lo que hacía que se acumularan glóbulos rojos y esto provocaba un color rojizo.
Esto se llama microcirculación nasal, y es vital para controlar el oxígeno y evitar la inflamación de distintas partes del cuerpo, dicen.
Además, este color es una forma de reacción de su cuerpo, adaptándose a hacer todo el trabajo físico que implica jalar un trineo lleno de sacos repletos de juguetes en temperaturas muy frías.
¿Cómo lo hicieron? Los científicos reclutaron a cinco personas sanas y a dos renos y sometieron sus narices a un microscopio que graba video. Con ella vieron el número de vasos capilares tanto en los humanos como en los renos.
Así, determinaron que los renos tienen sus vasos capilares un 25% más viscosos que los humanos, por lo que la acumulación de glóbulos rojos en la nariz es mucho mayor en ellos que en los humanos.
Pero ¿por qué Rodolfo tiene la nariz aún más roja que el resto de los de su especie? Para los expertos, esto se debería precisamente a que el líder del trineo de Santa Claus tiene todavía más vasos capilares y más gruesos que los demás.
Curiosidad navideña. Este trabajo fue publicado como parte de la edición navideña de la revista British Medical Journal , que todos los años dedica su edición previa a la Navidad a estudios de divulgación científica relacionados con temas que la cultura popular relaciona con la época.
Aunque estos reportes no son considerados precisamente ciencia de primer nivel, sí son curiosidades que llaman la atención de muchas personas.
El año pasado un grupo de físicos intentó predecir la velocidad al que el trineo de Santa Claus debería viajar para llevar los juguetes que se supone carga para los niños de todo el mundo.