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Rúbrica al epitafio

Guanacaste descendió, Herediano consolidó el segundo puesto y Suazo empató goleo

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Aquí yace un equipo que llegó a la primera división cargado de esperanzas, pero que nunca pudo encontrar la fórmula para dejar el último puesto. Paz a sus restos.








Llegaron en estado agónico y los dos goles que recibieron se constituyeron en la muerte de los guanacastecos, que ya llevaban la lápida a cuestas.

Herediano, necesitado de la victoria para asirse al segundo lugar, no dejó pasar los descuidos defensivos que presentaron los pamperos y, con dos certeros remates, se embolsaron un encuentro que no representaba ninguna complicación.

Carlos Rodríguez (en el suelo) intentó mover los hilos del futbol pampero, pero Fránder Segura se lo impidió.

Desde el alba del partido, los rojiamarillos se fueron adelante con la intención de marcar primero y jugar con el desconcierto que esto significaría para los visitantes.

El cántico de un gol favorable a Turrialba fue la gota que completó el vaso. Su rival inmediato estaba a las puertas de sumar un punto, con lo que la lucha terminaba allí. La desconcentración invadió el sector de Guanacaste.

Al minuto 17 los florenses ensayan una nueva ofensiva por el costado izquierdo. El novel Carlos González sirve a Kénneth Paniagua que dribla a dos rivales y frena su paso; tras una breve pausa se interna en el área mayor y con una jugada magistral sirve a Nicolás Suazo, que no perdona frente al arco.

Nicogol cantó su diana 19 en la campaña e igualó con el brumoso Pin Gómez.

Sin reacción

El remate fulminante dejó al arquero Léster Morgan fuera de toda acción.

Ni siquiera había salido del shock que produjo la anotación, cuando de nuevo Carlos González toma el esférico, se adentra en en territorio enemigo y, tras arrastrar varias marcas, sirve de taquito a Geovanny Jara, quien soltó un disparo que no pudo ser contenido por Morgan.

El 2-0 sentenciaba la historia. Guanacaste, que necesitaba un resultado positivo para continuar con esperanzas, estaba descendido apenas al minuto 20 del partido.

La apatía y desgano se apoderó de estos jugadores: sabían que de nada servía seguir luchando, pues la sentencia ya estaba escrita. La historia no podía cambiar.

Luego del descanso, más que heridos en su amor propio, los pamperos quisieron lavarse la cara ante la afición y, con algunos movimientos en sus línea, acorralaron a los heredianos, los cuales tuvieron que echarse atrás para que el marcador no se achicara.

Al minuto 50, Claudio Jara tiene la oportunidad de vencer al portero florense Gabelo Conejo, pero el remate es bien contenido por el cancerbero. El joven Carlos Rodríguez se asoció con Joao Climarquez y, con una buena rotación de la pelota por el centro de la cancha, se aproximaron a la puerta.

El trabajo que hacían los locales quedaba reflejado en el rostro de su presidente Isaac Sasso, el cual decidió tapar su cara para no observar los constantes yerros en que incurrían sus jugadores. Lo que en el primer tiempo le había causado una alegría desbordante, que lo llevaba a levantarse de su asiento, lo tenía ahora petrificado en la butaca.

La inclusión de Paulo Wanchope en la delantera sirvió para que, a partir del minuto 75, el dominio fuese nuevamente herediando. Un par de remates suyos y una asistencia a Nicolás fueron las jugadas más emotivas, en un estadio donde se coreaba el "Suazo, Suazo", en apoyo para que retomara el liderato de goleo.

El reloj seguía su marcha e iba minando los aires pamperos.

El silbatazo largo del árbitro fue el trazo que esperaba el epitafio guanacasteco.

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