La posibilidad de utilizar terapia con células madre en busca de cura para ciertas enfermedades quedó vedada por una sentencia de la Sala Constitucional, dada a conocer este jueves.
El fallo declaró sin lugar tres recursos de amparo interpuestos contra el Ministerio de Salud, que se opone a la aplicación del procedimiento, por encontrarse en una fase de experimentación.
La terapia consiste en extraer del propio paciente células madre con la capacidad de transformarse en otros tejidos del cuerpo. De esta forma, algunos médicos buscan sanar padecimientos como lesiones en la espina dorsal, esclerosis múltiple y cardiopatías.
La oficina de prensa de la Sala IV informó de que se trató de un voto emitido desde el 9 de marzo , el cual contó con el respaldo de cinco de los siete magistrados.
Entre tanto, los jueces Ana Virginia Calzada y Luis Paulino Mora manifestaron su apoyo a la terapia bajo dos condiciones: supervisión del Ministerio de Salud y “consentimiento informado” de los pacientes.
No fue posible conocer los razonamientos del voto de mayoría que respaldó a Salud.
“Esto cierra a un sector muy necesitado de pacientes lo único que le queda. Esta es una terapia donde hay resultados, algunos ya están caminando”, añadió.
Los reclamos ante la Sala se presentaron luego del traslado a Panamá del Instituto de Medicina Celular (IMC), en enero de 2010.
Dicha institución utilizó aquí técnicas de curación a base de inyección de células madre, pero sin aval del Ministerio de Salud.
Juan Carlos Murillo viajó a Panamá a someterse a esta terapia la que, según él, le permitió volver a caminar.
“Hay mucha gente que no puede pagar. Son $30.000 por el tratamiento, más la estadía y la comida. Además, allá los ticos no tienen prioridad, aquí los atendían hasta gratis”, manifestó el recurrente.
Según ella, era previsible luego de que especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social y de medicina privada apoyaron la posición de Salud.
Así lo expusieron durante la audiencia concedida por los magistrados para este caso.
A Salud le preocupa que esta terapia se aplique sin que exista evidencia de los resultados, por no formar parte de investigaciones lo suficientemente rigurosas.
“Se requieren protocolos de investigación aprobados por comités de bioética y si se estudian enfermedades donde no se logran suficientes pacientes, hay que formar parte de equipos multidisciplinarios y colaborativos”, dijo.
Para ella, el éxito de la terapia en un paciente no demuestra que funcione para todos.
“Si un paciente está caminando, se requiere una investigación científica con parámetros claros que permita decir por qué está caminando. Un caso es eso, un reporte; en ciencia hay diferentes niveles”, precisó Ávila.
En criterio de Salud, en Costa Rica primero será necesario contar con legislación apropiada y, luego, llamar equipos capacitados que encuentren evidencia del procedimiento.