Cabello largo, verbo seductor. La bravura de su sangre indígena se impone en la gramilla. El grito de una raza olvidada lo hace más fuerte, y se planta en pie de guerra contra su mayor rival: él mismo, con quien lucha constantemente para saberse superior, el dueño del balón.
![](https://www.nacion.com/resizer/v2/BVFWA5YWGVASBOANGDBMXEK7AA.jpg?smart=true&auth=c0e379b1fc745fef921e0eceb2c7c2a3fde0d882a28e97743e84cc1b8784a00f&width=102&height=78)
A la cintura del campo se ciñe la figura de Benjamín Mayorga Mora, el Indio, que toda la afición rojiamarilla conoce y quiere; el hombre de empuje que simboliza la garra en el cuerpo de la Tricolor.
Enraizado en su nueva casa, la cancha del Eladio Rosabal Cordero, Mincho rememora lo triste de su separación del club al que le dedicó 12 años, Saprissa, pero acompaña ese recuerdo con la satisfacción de que su salida no fue para caerse, sino para levantarse y caminar con el esférico con más seguridad que antes.
"Me siento muy bien en el Club Sport Herediano; yo recuerdo que una vez salí llorando de las oficinas del Saprissa cuando Enrique Artiñano me dijo que yo estaba acabado, que yo ya no servía. Cuando llegué al portón me dije: "Qué cobarde soy. Tengo salud, tengo cosas que me hacen un hombre feliz; realmente no estoy tan mal'", comentó.
Ese fue el inicio de un nuevo Benjamín, un hombre que sabe achicar, crear, que no se arruga ante el acecho rival y que en cada encuentro depura el espíritu indígena, para encauzar toda su fuerza en un manejo más artístico de la relación hombre-futbol.
Símbolo de Selección
Cobijado bajo la sombra del club florense, el Indio volvió a la Selección para demostrar su capacidad, para decirse al oído que se puede ser cada día mejor, pese al empeño de algunos en detener la marcha impetuosa de un cacique rebelde.
"A partir de mi llegada al Herediano, nace un estado mental diferente para Mincho y nace un deseo y un espíritu por prepararse, tratar de jugar y dar espectáculo. La filosofía es que tenemos que ganar, pero hay que dar espectáculo", comentó el hijo de Talamanca.
El sétimo miembro del hogar de Matías Mayorga y Sebastiana Mora, viste con orgullo la casaca patria y se pasea con el balón creando temor entre los rivales porque acopla fuerza y estilo, ímpetu y elegancia.
"Cuando uno está en algo tiene que ser protagonista. Con mi retorno me dije: "¡Ah bandidos!, Badú no me había llamado a la Selección y ahora adentro voy a darle a entender al pueblo de Costa Rica que hay un contención, que tengo experiencia, mucho colmillo y eso es muy importante en los terrenos de juego'", agregó Mincho.
Las huellas de sus tacos en cada partido de la oncena nacional han deparado los más floridos comentarios, aun de aquellos que lo consideraban acabado y que hoy miran con admiración cómo ha progresado el juego del explosivo hombre de Talamanca.
"Hay Benjamín para rato; vivo el mejor momento de mi carrera. Tengo 30 años, una excelente condición física; tomo la pelota y ya sé levantar la cabeza, ver dónde están los compañeros y el rival. Sé dobletear, achicar; puedo comandar a mis compañeros y desequilibrar al que me persigue", comenta.
Baluarte florense
Ha sabido ganarse el cariño de sus detractores y la afición de su escuadra corea su nombre cual insignia de lucha de la causa del club de las flores.
Lejos ha quedado su amarga salida de la casa morada, y ahora vibra al pronunciar cada palabra que trae a colación una jugada importante en alguno de los encuentros de su equipo.
En el juego ante Saprissa dejó clara su nueva filosofía: no salirse del partido aunque el rival lo encime; encauzar toda la energía en favor suyo y no en contra del seguidor; manejar con astucia la presión y sacar de concentración al que tanto se empeña en borrarlo.
Cierra un capítulo de su historia pero deja la conclusión abierta. Mincho, más maduro y depurado, corre en pos de vencer su propio yo y decirle al resentido social que declara ser que un indio de Talamanca nunca deja de crecer.
Las cifras de Mincho
- Nombre: Benjamín Mayorga Mora.
- Fecha de nacimiento: 15 de octubre de 1966.
- Debut: Con el Deportivo Saprissa, el domingo 14 de octubre, 1984. Ramonense 2-Saprissa 0.
- Primer gol: Estadio Nacional, 21 de setiembre, 1986. Sagrada Familia 0-Saprissa 3.
- Total de partidos oficiales: 343 juegos.