Para toda una generación, el nombre de Sasha Sokol es sinónimo de recuerdos de infancia y de adolescencia.
La exintegrante de la banda Timbiriche busca retomar ahora su carrera musical con la publicación de su sétimo álbum de estudio, llamado Tiempo amarillo .
Esta producción supone, por un lado, el regreso a la música tras cinco años de ausencia pero, sobre todo, es un regreso al pop, el sonido que la vio nacer desde niña.
El álbum anterior de Sokol fue Por un amor , publicado en el 2003, y en él experimentó con la música folclórica de su país, que la enriquecía con la incorporación de instrumentos como el violonchelo, el contrabajo, guitarras flamencas y cajón.
De esta forma, su nuevo disco es su primer disco de pop en 13 años, ya que desde la publicación del álbum 11:11 , en 1997, Sasha se había alejado de este tipo de música.
Ahora, en Tiempo amarillo , la intérprete hace un recorrido por 11 temas en los que las guitarras y baterías acompañan su sedosa voz.
La respuesta ha sido bastante positiva. En México, el álbum debutó en el quinto puesto, según la lista oficial de la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas.
Además fue el segundo estreno más alto de esa semana, solo por debajo del disco benéfico Voces por Haití , en el que aportaron su talento artistas como Julieta Venegas, Fobia, Kalimba, Aleks Syntek, Reyli, Ha Ash, Natalia Lafourcade, Reik, María José, Alejandro Fernández, Camila, Alejandra Guzmán y Noel Schajris, entre otros.
Tras dos semanas en el mercado mexicano, el disco de Sasha Sokol se ha mantenido en el top 10, gracias a una fuerte base de seguidores que esperaban con ansías nuevo material de esta mexicana.
La producción del álbum estuvo a cargo de un grupo de reconocidas figuras de la escena, entre las que se encuentran Aureo Baqueiro, Sandy McLelland, Cachorro López y Vico Gutiérrez.
Según el sitio de la artista ( sashasokoloficial.com.mx ), el nuevo trabajo es un reflejo de su forma de ser, su personalidad. En esta etapa, la cantante asegura estar llena de alegría y tranquilidad, abundancia y cosecha, que desea compartir con el público a través de su música, según destaca la página.
Tiempo amarillo fue grabado entre Estados Unidos, México, Londres y Argentina.
Ella es la coautora de nueve de las canciones que conforman el álbum, entre ellas el corte La última vez , que funciona como primer sencillo promocional del álbum.
“ Sé... Llegamos al fin del camino / tanta costumbre nos rebasó / confieso que perdimos toda la ilusión... / Estoy contigo frente al destino / temblando y abriéndome el corazón / pues no será fácil jamás decir adiós ”, canta Sokol en este tema, estilo romántico – “cortavenas”, como se le llama popularmente–.
Renacer. Durante una entrevista con el diario mexicano El Universal , Sasha aseguró que fue después de su gira con sus excompañeros de Timbiriche, para celebrar los 25 años de su formación, que volvió a sentir la necesidad de experimentar con el pop.
Una vez que concluyó este tour , el cual pasó por nuestro país en noviembre del 2007, la artista empezó a escribir canciones y a planear lo que sería su regreso discográfico.
Primero, comenzó a componer en solitario y, luego, se unió con otros nombres como Juan Pablo Manzanero, de Playa Limbo, así como los productores mencionados.
Según le explicó Sasha a El Universal , el hilo conductor de este disco es el tono emocional, pues prácticamente todas las canciones hablan de lo que ella calificó como “amor correspondido”.
“El único en el que tocamos el fin de una relación es en La última vez , pero aún este habla de un amor que termina pero no con gritos y sombrerazos, ni con resentimientos, más bien aceptando que una relación terminó, pero lo que vivieron fue sagrado y que lo vas a extrañar”, explicó la vocalista, que en junio llegará a los 40 años.
“Ese tono emocional ha servido de unión y, habiendo grabado con tan diferentes productores, no importaba que uno fuera inglés y otro argentino, por ejemplo, porque de alguna manera todos estábamos en el mismo canal”, agregó.
Precisamente, la cantante afirmó que de ese tono emocional fue de donde surgió el nombre del disco.
“El amarillo para mí representa, a diferencia del azul, que puede ser íntimo, quizá hasta nostálgico o el rojo que lo ligamos mucho con lo pasional o al amor, pero el amarillo para mí representa esa emoción, esa alegría, esa carga de energía, de luz; además así me siento y así me sentí mientras escribía las canciones y es lo que quiero que se refleje hasta con el título”, comentó.
Trayectoria. En 1982, Sasha Sokol fue una de las elegidas por la cadena Televisa para integrar lo que sería la respuesta mexicana a los grupos infantiles y adolescentes que triunfaban en la época, como Parchís y Menudo.
A su lado estaban otras figuras como Paulina Rubio, Mariana Garza, Benny Ibarra, Diego Schoening y Alix Bauer.
El grupo disfrutó de gran éxito en toda Latinoamérica con temas como Corro, vuelo, me acelero , Besos de ceniza y más.
En 1985, Benny Ibarra se convirtió en el primer miembro en abandonar el grupo y, al año siguiente, Sasha siguió sus pasos y fue sustituida por Thalía.
Sokol se enrumbó a Boston, donde se enfocó en sus clases de canto y actuación. En 1987, comenzó su carrera como solista con buena aceptación gracias a pegajosos temas como Rueda mi mente y No me extraña nada , entre otros.
Posteriormente, combinó la música con la actuación al participar en telenovelas como Muñecos de papel , al lado de otras estrellas juveniles como Ricky Martin, Bibi Gaytán, Erick Rubín, Angélica Rivera y Pedro Fernández.
Su carrera musical sufrió algunos tropiezos a partir de ahí y para mediados de los 90 se desapareció del ambiente artístico, en medio de especulaciones sobre sus razones.
En 1997, retomó su carrera con uno de sus mayores éxitos en solitario con el tema Serás el aire .
Sin embargo, volvió a desaparecer y se trasladó a vivir a España, donde nació su proyecto de música folclórica, que significó un logro personal, a pesar de no tener tanto éxito con sus seguidores.
Ahora, Sokol regresa dispuesta a enamorar al público otra vez.