Sofía. EFE y AFP. El búlgaro Sergei Antonov, acusado de estar implicado en el atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981, fue encontrado ayer muerto en su casa del centro de Sofía, informó la agencia de noticias BTA.
El cuerpo de Antonov, de 59 años, fue hallado ayer, aunque el fallecimiento se produjo hace algunos días, explicaron a la agencia fuentes de los servicios de urgencias de la capital búlgara.
“Antonov murió de muerte natural. El hospital de urgencias nos lo confirmó”, declaró una portavoz a la agencia AFP.
Según el médico Guéorgui Guélev, citado por la agencia BTA, “la muerte de Antonov se produjo hace algunos días”.
El cadáver de Antonov fue descubierto por una vecina que se inquietaba de no verlo en la escalera.
‘Pista búlgara’. Su nombre está vinculado a la llamada “pista búlgara” con la que se designa la supuesta implicación de los servicios secretos del país balcánico de la época comunista en el atentado contra Juan Pablo II, el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Antonov era a la sazón subdirector de la oficina de la compañía aérea búlgara “Balkan” en Roma y fue señalado por el turco Mehmet Ali Agca, quien disparó contra el Pontífice, como una de las personas implicadas en el atentado.
Agca aseguró que Antonov le habría suministrado la pistola con la que atentó contra el Obispo de Roma.
El ciudadano búlgaro fue encarcelado y enjuiciado por un tribunal italiano que en 1986 dictaminó que no había pruebas suficientes para respaldar las acusaciones y dejó a Antonov en libertad.
Desde entonces, vivió solo, con graves problemas de salud y totalmente aislado en un piso en el centro de Sofía.
El Estado búlgaro, que siempre había afirmado que Antonov era inocente, le concedió en 2002 una “pensión por méritos excepcionales”.
La acusación de Mehmet Ali Agca contra Antonov nunca ha sido demostrada, incluso después de la apertura de los archivos secretos comunistas búlgaros en 1989.
Agca fue condenado a cadena perpetua.
Durante su visita a Bulgaria en mayo de 2002 Juan Pablo II dijo que nunca creyó en la “pista búlgara” del atentado.
El Pontífice falleció el 2 de abril del 2005.