Lisboa, 9 mar (EFE).- La directora de la Casa Pía de Lisboa, Catalina Pestana, mencionó hoy ante el tribunal nuevos casos que no aparecen en el proceso del escándalo de pederastia de esa institución, durante la vigésimo novena sesión del juicio.
La directora declaró ante la jueza Ana Peres, que preside el tribunal, que más alumnos de esa institución sufrieron abusos sexuales por parte de otros colegas mayores o educadores, y no garantizó que en la actualidad se hayan interrumpido.
"Esta es una historia larga, no puedo decir si tiene décadas o más, ni tampoco sé si hubo algún periodo en que no se produjeran esos abusos. Ni siquiera le puedo garantizar que incluso ahora no se produzcan. Es algo tan duro como esto que le digo", agregó.
Pestana dijo que tuvo conocimiento de las violaciones de menores a través de la denuncia de un profesor de relojería y que confrontó al director de la institución en aquella época, Luis Rebelo, pero éste le dijo que no existían pruebas contra el funcionario Carlos Silvino "Bibí", principal acusado en el proceso.
La actual directora de la institución mencionó otro caso, de finales de la década de los 90, cuando un monitor abusó de algunos alumnos y tenía en su poder vídeos pornográficos.
Según Pestana, el director Rebelo dijo que "entregaría el caso y los vídeos a la Policía Judicial", pero no lo hizo.
La comparecencia de Pestana, como testigo de la acusación, inauguró hoy una nueva fase del proceso, tras una semana de interrupción.
Desde el inicio del juicio, tres de los procesados por los supuestos delitos de pederastia han pasado por el estrado para declarar: Carlos Silvino, el ex administrador adjunto de Casa Pía, Manuel Abrantes, y el más mediático de los inculpados, Carlos Cruz, célebre presentador de televisión.
En la sesión de hoy, la jueza determinó que las declaraciones ante el tribunal de las supuestas víctimas de abusos sexuales sean a puerta cerrada, para "que puedan expresarse sin limitaciones ni se sientan coaccionados".
El juicio a los inculpados de supuestos abusos a menores en el escándalo de pederastia de la Casa Pía comenzó el 25 de noviembre del pasado año y se espera que comparezcan cerca de 700 testigos.
El único de los acusados que está en prisión preventiva desde noviembre de 2002 es Silvino, a quien se acusa de más de 600 abusos y también de servir de intermediario entre los menores y otros inculpados.
Las actuaciones practicadas se contienen en unos 13.000 folios, divididos en 90 volúmenes.
Un reportaje periodístico, en 2002, denunció los abusos sexuales a los antiguos alumnos de la Casa Pía, una institución docente benéfica para menores sin recursos, por parte de figuras celebres, pero el escándalo alcanzó sus cotas máximas con las detenciones de políticos y sobre todo con su ingreso en prisión preventiva.
La conducción a prisión del ex ministro socialista Paulo Pedroso, que era la mano derecha de su líder, Eduardo Ferro Rodríguez, y que luego quedó libre de cargos, llevó el escándalo a interferir en la vida pública, sobre todo por las escuchas policiales practicadas a relevantes figuras, incluido el presidente luso, Jorge Sampaio.
Esos episodios comprometieron seriamente la andadura de Ferro Rodríguez como líder de la oposición y se cobraron las cabezas de figuras como el ex jefe de la Policía Judicial, Adelino Salvado.
Con el presentador Carlos Cruz y Silvino comparten banquillo el ex embajador jubilado Jorge Ritto, el abogado Hugo Marcal, el médico Joao Ferreira Diniz, el ex adjunto de la dirección de Casa Pía, Manuel Abrantes, y una mujer, Gertrudes Nunes, dueña de una casa de Elvas (cerca de Badajoz), donde supuestamente se abusó de algunos menores. EFE
mrl /abm/chs