Montevideo. AFP El Teatro Solís de Montevideo, que celebró el viernes sus 150 años, abrió sus puertas para recibir público y permitir una transmisión de radio con fonoplatea, quitando solemnidad y dando vida al aniversario de la sala más antigua de Suramérica.
El teatro era una romería con el público que se fue acercando al foyer y que recorría la Tertulia Alta, donde se encuentra el Palco Presidencial, la platea de la sala, la exhibición Retratos de la Música , de Robert Yabeck, y la muestra Aplausos y Silencios , que evoca las emociones de tanta historia.
Las impresionantes arañas del teatro -la del hall , de 150 kilos, la del vestíbulo, de 250, y la de la sala, de 450- estaban encendidas, mostrando el esplendor de sus cristales que reflejaban destellos en los brillantes pisos de mármol y de lapacho lustrado del foyer . Si uno cierra los ojos y se para en el centro del foyer, es posible imaginar los sonidos de tiempos remotos: las risas de las damas y poderosos caballeros que allí se reunían para mostrarse, hacer negocios o galantear.
Pasado presente. La construcción del Teatro Solís -que debe su nombre a Juan Díaz de Solís, el primer navegante español que llegó a las costas del Río de la Plata en 1515- comenzó en 1840, ya iniciada la Guerra Grande (1839-1851), y demandó 15 años debido al sitio de Montevideo (1843-51).
El teatro, un proyecto inicial del arquitecto italiano Carlo Zucchi luego modificado por el español Francisco Xavier Garmendia, fue inaugurado el 25 de agosto de 1856, 21 años después de la Declaratoria de la Independencia.
Ese día se presentó la ópera Ernani , de Verdi, representada por la compañía Lorini y la soprano Sofía Vera Lorini como primera figura. La función supuso un acontecimiento de enorme importancia para un país cuya primera Constitución databa de 1830.
Con la presencia del entonces presidente Gabriel Pereira y toda la sociedad montevideana, la sala se llenó con las 1500 localidades vendidas, más otras 1000 cuyos portadores debieron ver la ópera de pie, más la población que llenó la explanada del teatro y zonas contiguas. En 1874 se construyeron los cuerpos laterales, proyectados por el arquitecto Víctor Rabu y en 1887, con la presentación de la actriz Sarah Bernhardt, se inauguró el sistema de iluminación eléctrica.
El edificio fue adquirido por la Intendencia de Montevideo en 1937. Diez años más tarde se creó la Comedia Nacional. Por el Solís desfilaron celebridades como los tenores Francesco Tamagno y Enrico Caruso. Por sus tablas pasaron Carlos Gardel e intérpretes como Margarita Xirgú, Vivien Leigh, Ruggero Ruggieri, Louis Jouvet, Jean-Louis Barrault y Vittorio Gassman. También las compañías de Lola Membrives y Josephine Baker. El público no olvida los espectáculos de Arthur Rubinstein, Isadora Duncan, Andrés Segovia, Anna Pavlova, Alexander Godunov y Marcel Marceau, entre otras estrellas.
En 1998, el Solís debió cerrar sus puertas tras un incendio, lo que llevó a una restauración del edificio de 15.000 metros cuadrados.