La actriz mexicana Thalía, reina de las telenovelas en Brasil con María del Barrio, contó a los telespectadores brasileños la tragedia de su vida, la muerte de su padre, que la dejó muda durante un año.
Thalía, que también es cantante, se abrió totalmente ante un público que la ha adoptado como algo suyo y que todas las noches sigue las aventuras de madre que ella vive en María la del Barrio por el canal SBT.
Thalía dijo que los peores momentos de su vida los vivió cuando ella tenía unos seis años, al morir su padre. En una reacción de rechazo, siguió viviendo como antes, jugando, comiendo pero, sin hablar una sola palabra. Pasó todo un año sin que saliese una sola palabra de su boca.
El padre es la imagen de la perfeccción para ella. Habla de "la casa de los perros", aquella en la que ella vivió en Ciudad de México, y cuenta que fue él quien encontró unas figuras arqueológicas de perros y decidió adornar con ellas la fachada del domicilio familiar.
Con orgullo de hija, dice Thalía: "Mi padre era científico, químico, metalurgista, perito gráfico de los que ayudan al FBI (seguridad federal norteamericana) para autentificar firmas. Era un genio... Eramos cinco niñas y yo la última, la consentida... Y la única soltera... Mi padre murió tras un coma... El murió... Ya sabíamos que iba a morir pero cuando ocurrió fue muy fuerte... Cuando murió me hice un poco autista, como que no quería salir al mundo y no hablé durante un año entero... Los médicos decían que yo estaba cerrándome al dolor. Al cabo de ese tiempo, una tarde, de pronto, me volví hacia mi madre y le pregunté: ¿Dónde está mi papá?".
Incluso en este momento trágico de la confesión, Thalía no enjuga una lágrima que todo el mundo le hubiese perdonado. Luego salta a su profesión.
"Quería ser como la gimnasta Nadia Comaneci".