Por la víspera se saca el día; en la escuela la niña Ligia le quebró el metro en la espalda porque se dio vuelta para hablar con una compañerita, lloró pero siguió haciendo muecas con sus títeres.
Desde mocosa Thelma Darkings Bucknam fue así de corajuda y valiente, siempre echando pa’alante y sin que nadie la atrase porque para ella “el miedo es esclavizante”.
Esta negra, “¡¡¡requetenegra!!!”, trae de vuelta y media a la TV desde que hace unos meses comenzó
Ahí luce y reluce a sus protagonistas, acicateados por su personalidad rimbombante, estridente, “apapachante”, empalagosa'pero distinta, porque esta mujer divina lleva ya casi 30 años de andar en esas breñas teatrales, televisivas y cinematográficas.
Desde que hizo su primer anuncio, uno de
Abuela, madre, esposa y novia de sí misma, la Thelma tiene un espejo en el que se ve “guapisísima”.
Ni narcisista, ni egocéntrica: nada más alguien que se ama mucho.
Estuvo casada cuatro años y le dijo a su marido “zapatero a tus zapatos”, literalmente, porque tuvo miedo de emprender un negocio en grande y a ella nada la asusta, pero huye de la gente charralera y “más o menos”.
Una perenne sonrisa corona esa trompa elefantíasica, que rara vez dice groserías, pero cuando la buscan la encuentran.
Estudió teatro en México, aprendió siete idiomas, fue guía turística, es profesora universitaria de impostación de la voz, folclorista y líder comunal en Paso Ancho, donde vive “como en tribu, con la gente que me agrada, no me hace falta nada, mi hija sale y la conocen; hay una parte del barrio donde me la cuidan, soy el orgullo de mi barrio”.
De natural alegre, a sus 51 años es madre de Carlos Ricardo, de 27 años, e Inés, de 10; así como abuelita moderna de Mauro y Alejandro. Piensa adoptar una parejita, que ya tiene vista, como un acto de gratitud a la vida de la cual solo ha recibido dones.
Thelma comió, rezó y amó'y cuenta lo que quedó.
--¿Oculta algo?
--Nada. Mi vida es pública y si no me gustara trabajaría en la morgue, ahí los compañeros no hablan ni se meten en lo que nos les importa.
--¿Le hacen chismes?
--No me preocupa; yo sé hasta donde los dejo y sé decir que no. Una debe entender que al volverse un elemento público la gente indagará, inventará y como lo mío no es secreto, ni inventan y si lo hacen no me doy cuenta.
--¿Todo le vale?
--Me resbala lo que digan porque me baño todos los días en aceite de olivo. No soy una car’ebarro, pero una cosa es que te digan por qué te pones esto o lo otro. Hay gente a la que le gusta meterse en lo que no le importa y yo le pongo un alto, que se metan con su mujer, con el marido, con los hijos, si lo intentan no prosperan, no me atrasan, mejor me voy.
--¿Ya está madurona?
--Tengo 51. Soy una mamá que hace de todo; soy abuelita y uso ropa cortita, buzos, pantaloncitos pero no voy a ponerme una mini más allá de la rodilla. Hace 30 años una mujer de mi edad era otra cosa.
¿Dónde vive?
--En Broadway North.
--¡Aahhh! ¿Qué es eso?, ¿ un condominio exclusivo?
--Noooo. Traducido es Paso Ancho, en el Carmen. En la calle de las mandarinas porque ahí solo hay gajos.
--¿Usted es una figurona?
--Ponéte a pensar'con la voz que yo tengo, con la presencia física y con esta trompa que me la pinto de rojo es imposible que yo sea de bajo perfil; por más que llegue calladita es un asunto de presencia pero no de actitud, soy tranquila, no me interesa llamar la atención, es que soy así. Abrazo, beso, silbo para llamar un taxi, no me da verguenza con qué ojos me vean otros.
--¿Se ve mucho al espejo?
--Todos los días y me veo preciosa. Si uno se cree lo que es, así lo refleja. Me doy besitos en el espejo; me digo mi amor, qué bien estás.
--¡Uffff!..¿Qué narcisista?
--No soy la última chupada del mango, más bien todas. Soy varios vasos de agua en el desierto. Si uno se ama no es narcisista; lo sería si desprecia a los otros. Hay que amarse uno para amar a los demás.
--¿Por qué anda pelona?
--Es más cómodo y fresco. Tengo 18 años de andar así; el cabello me crece muy rápido. Lo que ocurre es que el pelo crespo es muy delicado y los productos para cuidarlos son muy caros.
--¿Oye ofertas?
--Cuando me encuentre un compañero aceptaré a esa persona; no hay que buscar; no es un asunto de entregar tarjetas o brochures promocionales. Me encantaría casarme otra vez.
--¿Ya tuvo marido?
--A los 23 me casé con un zapatero; era un trabajador digno, responsable, honrado, me encantaron sus virtudes y yo vendía los zapatos que él hacía. Duré dos años de novia y cuatro de esposa.
--¿Por qué se divorció?
--Yo entregaba zapatos a las tiendas y una vez me salió un contrato grande para venderlos en Aruba, Curazao y Bonaire, pero él se echó para atrás y le dije que yo no podía seguir a la par de una persona que tuviera miedo, porque eso era esclavizante. Fue dolorosa la separación, ya tenía a mi hijo mayor Carlos Ricardo.
--¿Volvió a casarse?
--Anduve con varios novios y con uno de ellos tuve a Inés Juliana; él decidió regresar a su tierra en Pérez Zeledón, era más joven que yo y quiso seguir su vida.
--¿Le salen pretendientes?
--Por supuesto, hombres de 30 años y me dicen negra guapa, me tiran besos, pero no quiero un patas de yuyo; hay ofertas pero no las acepto, deseo alguien que quiera surgir, los guapos no me interesan porque la belleza física pasa, pero la espiritual trasciende como un faro encendido. Me han salido buenos partidos. No soporto a quienes les gusta charralear la vida, me alejo de la gente mentirosa, enredada y que no te aporta nada.
--¿Está bien así?
--Soy feliz como estoy. Si una vive añorando lo que le hace falta sufre, te cagas, claro, voy al día.
--¿Se cuida el físico?
--Soy mi novia. Voy al dentista, al médico naturista, me chineo, voy al manicure, al pedicure, al peluquero. No me metería en una sala de cirugía para arreglarme algo, solo por un problema de salud.
--¿Tiene vicios?
--No tomo, no fumo, no ingiero drogas, bailando me tomo dos birrillas, 4 a lo más, pero bien bailadas, de lo contrario me emborracho; me gusta una copa de vino, el whisky con leche caliente porque es muy digestivo. Me gusta comer, soy más o menos cocinera, pero no tengo tiempo.
--¿Se ve muy mimosa?
--Trato de hablarle a la gente suavecito porque uno puede salvarle la vida a alguien, con solo una llamada de teléfono, uno no sabe lo que le está pasando a la otra persona. Como no conozco el bagaje que trae saco el violín, pero al rato una es piano de cola y la otra es una dulzaina.
--¿Por eso es tan toquetona?
--La gente necesita ser tocada, abrazada, hay gente que pone barreras y la respeto, pero hay otras que se dejan besar y nos damos piquitos. Me nace ser así.
--¿Tiene mal genio?
--Cuando me pongo brava soy ecuánime, no digo cosas de las que me voy a arrepentir después, pero voy al baño y vomito. La traición y la mentira me ponen muy brava.
--¿Y ha recibido de las dos?
--Una vez tuve un chichón laboral. Tenía 33 años y una amiga me levantó un falso; la gente confunde decir la verdad con ser grosero y son dos cosas diferentes, se puede ser honesta de manera muy dulce. Me enojé mucho y me fui para la casa, me bañé porque sudo y huelo muy fuerte. Caí enferma y el doctor me encontró una piedra enorme en la vesícula y me la sacó. Estoy directa.
--¿Qué la enoja?
--Uno a veces se ve en el espejo y se saca la lengua. Hay gente que se enoja por todo, pero diay papá, diay m’hijita, tenga mucha paz. Yo no me desquito con nadie, ni voy por la vida viendo a ver quien me paga los platos rotos.
--¿Algo la apachurra?
--Nada. Rezo mucho, voy a misa, a la hora santa, estoy abierta a otros cultos. Soy muy espiritual, medito a las cinco de la mañana mientras veo las montañas de Alajuelita desde mi casa.
--¿Ud es puritica negra?
--¡¡¡Requetenegra!!!. Si bien nací en San José, de Plaza Víquez nos fuimos al Carmen de Paso Ancho porque mamá no podía alquilar casa y ya éramos cuatro hijas.
--¿Y sus padres?
--Papá nació en Limón, era conocido como Jackie Kerr, fue boxeador, peso welter y famosísimo. Murió a los 94 años y era el amor de mi vida. Mamá se fue mucho antes, en 1989. María del Carmen Teresita Bucknam era de esas negras que cocinaban exquisito y vendía comida.
--¿Cómo nació su veta artística?
--Mientras estaba de guía turística mi hermana me metió al Taller Nacional de Danza donde me contactó Mireya Barboza para
--¿Estudió actuación?
--Fui a México varias veces y recibí lecciones de teatro. Nunca he parado de estudiar, esto es una carrera como la medicina.
--¿Es muy empunchada?
--Mi familia es muy trabajadora; aprendimos a ganarnos el cinco con el sudor de la frente. Muy chiquilla ya entendía los diálogos en inglés y cobraba veinte colones la hora por ayudar a los niños a realizar las tareas en ese idioma.
--¿Quién le ofreció el programa
--Hace cuatro años –en la Antigua Aduana – me contactaron altos ejecutivos de canal 9. Ellos eran amigos de mi maestro Luis Rábago, mi padre en el teatro, quien les contó de mi estudios en México. No llegué de rebote, ya sabían quien era yo y lo que era capaz de hacer.
--¿Por qué es diferente ese
--Es que huele a broza, a maíz y a tierra.
--¿Usted es la estrella?
--Nunca. El invitado es el protagonista. Los escojo con base en el tema; llevo tres. La gente dice que sí porque sabe que no los humillo, ni los pongo en verguenza, antes hablo con ellos, no toco fibras que vayan a alterar su personalidad.
--¿Es agradecida?
--Hay que dar gracias por nacer en este país maravilloso que Dios esculpió con su propia mano. Uno no se puede echar panza pa’arriba, quejarse y echarle la culpa a la Presidenta.
--¿Adónde le gustaría viajar?
--A la India. Me interesa investigar su filosofía de la vida, porque es gente con unas hambres y tiene todavía ganas de vivir. Me gustaría ir a Sierra Leona a buscar mis raíces. Uno de mis abuelos era herrero y el otro científico, viajaron a Santiago de Cuba, de ahí a Jamaica y después a Costa Rica.
--¿A qué le teme?
--A nada. Si yo digo que mañana compraré un tráiler para trabajar o tener una boutique no me gusta que me digan no, la persona que tiene miedo le falta fe.
--¿Y a la muerte?
--El día que me pidan el tiquete le voy a decir a San Pedro ' tranquilo, yo no quiero decir “y si hubiera y si hubiera”'mejor diré: “hice de todo, hice mucho' pero no hice feo”'
--¿Tiene pareja?
--Estoy solita, con Dios, los ángeles, los santos y las vírgenes.