Tía Zelmira

El mes pasado se dio en la farándula una parodia de la película en que Cristian Slater, en el papel de periodista, sucumbe entre las fauces del vampiro, Tom Cruise.

Solo que aquí fue al actor Rafa Rojas a quien le sobraron colmillos e insolencia para dar al traste con la intención de la periodista Rocío Pérez, de Chavespectáculos.

¿Quién se lo iba a imaginar? Parece que la fama de engreído, que algunos le atribuyen al actor, tiene asidero. En el número 26 de su revista, la reportera utilizó el espacio que inicialmente contendría aspectos biográficos de Rojas, para contar con pelos y señales toda la crónica de una entrevista frustrada.

"Me preparé concienzudamente para entrevistar a Rafa Rojas, considerado el máximo galán del teatro costarricense, que se abre paso con soltura en el mundillo rosa de las telenovelas mexicanas. Uno siempre asume una actitud benevolente con las estrellas, considerando que parte de su comportamiento está condicionado por su carácter mismo de estrellas que esperan que el mundo esté pendiente del menor de sus actos. Pero nos encontramos con una persona temperamental, insolente y grosera", afirma Rocío en la introducción de la extensa nota.

Los contactos para la entrevista fueron realizados desde antes de que el actor llegara a Costa Rica, en diciembre, invitado por la empresa Visión Mundial para grabar algunos mensajes dirigidos a los niños.

Aquí Rocío recibió el primer campanazo de la inestabilidad del carácter de Rojas. Pese a que el entorno general de la conversación fue amable, hubo un momento en que se rompió la armonía. Fue cuando ella sugirió que, una vez en Costa Rica, les gustaría realizar fotos del actor junto a sus seres queridos, especialmente con su mamá. "¿No sabes que no me llevo bien con ella? Por dicha, madre solo hay una", respondió el actor.

Después de muchos contratiempos para contactarlo en Costa Rica, al fin el 18 de noviembre, Rafa citó a la periodista en el Balcón Verde. Pero antes advirtió: "Eso sí, no quiero que me preguntes de política ni por qué estoy ahí".

El encuentro finalmente se materializó en las oficinas centrales del candidato José Miguel Corrales. Cuando por vez primera Rafa y el equipo periodístico de Chavespectáculos -Rocío y el fotógrafo Eustace Thorbone- se vieron las caras; el actor omitió el saludo y se refugió en un rincón de la oficina para hablar por su teléfono celular.

Luego -¡qué intriga!- salió Corrales y actor y candidato se despidieron con un frío "muchas gracias".

Después de firmar con evidente fastidio -"¡Cómo joden ustedes! ¡No me van a dejar en paz!"- varios autógrafos que le solicitaron unas jóvenes presentes en ese despacho, urgió a Rocío a comenzar la entrevista, mientras esperaba que lo trasladaran al lugar donde lo habían recogido para la cita con Corrales. "A Costa Rica yo vine a trabajar y eso estoy haciendo. No vine a perder mi tiempo", dijo secamente.

Como si tuviera conocimientos de la forma en que se debe realizar la tarea de periodista, Rojas le reclamó a Rocío su intención de tomar notas en vez de grabar (uno de los consejos dorados de periodistas de la estatura de Gabriel García Márquez es desterrar la grabadora).

"¿Todavía en Costa Rica los periodistas usan hojas y lapiceros? (...)"

Y aquí se empezó a cristalizar el calvario. Por lo tenso que estaba el ambiente, Rocío intentó suavizarlo preguntándole si, cuando él había salido de Costa Rica, había llevado una valija de ilusiones y sueños.

¡Respuesta equivocada! Rafa contestó: "No. nada de eso". Y luego procedió a explicar que quería ver el mundo y participar en teatro, porque en este país se hacían obras de calidad y solo iban cuatro personas a verlos. Luego habló del empuje que le ofreció doña Graciela Moreno. "Ella goza en México de una gran autoridad y respeto, mucha estima. Ella ayudó también a Mara González, quien obtuvo el premio El Heraldo."

Rocío preguntó: "¿Ella está todavía en México?", a lo que Rafa sonriendo y, mirándola fijamente a los ojos, contestó: "Doña Graciela Moreno está aquí en Costa Rica. Ella es..." De inmediato Rocío le aclaró que ella sabía perfectamente quién era Moreno, que en su pregunta se refería a Mara González.

En ese momento la entrevista se interrumpió porque ya el carro estaba listo. El equipo periodístico ocupó los asientos de atrás, mientras Rafa se ubicó en el asiento del acompañante del chofer.

Para entonces el ambiente estaba bastante cargado. Frases iban y frases venían en medio de la misma tónica: Rocío conciliadora, Rafa alterado.

Y conforme su mal humor se acrecentaba, también empezaron a subir los decibeles de su voz. Cuando ella insistió en hacerle fotos familiares, al menos con su esposa e hija, el actor casi gritó: "¡No! Tengo derecho a descansar ¿sabes?".

Entonces, en un nuevo intento por enrumbar la entrevista, Rocío le preguntó por qué razón se quedó en México y no siguió su viaje por el mundo. En una medio confusa explicación, el actor dijo que las telenovelas le habían significado llegar a las masas. Aquí la mecha empieza a arder.

Cuando él afirmó que gracias a las telenovelas llegaba a billones de personas, ella dedujo en voz alta que entonces se había enamorado de la fama.

Y él, ya a gritos, le contestó: "¡No me gustó la fama! ¿Entiendes? Mamacita, eres una tonta. ¿A quién crees que estás entrevistando? ¡No me gustó la fama!".

"Sí te gustó, porque te quejaste de que al teatro iban pocas personas y después decís que lo bueno de la tele es que te ven millones. Además... ¿quién dice que la fama es un pecado?", contestó Rocío.

Y en el último round de esta bronca unilateral, Rafael Rojas, uno de los ticos que portan el estandarte de este pequeño país en el exterior y al que sus coterráneos apoyan con su admiración, le volvió a gritar, ya histérico: "Sí, sí... está bien. ME GUSTO LA FAMA. Mamacita eres una tonta. Una estúp...".

La última parte se las quedamos debiendo: ni Rocío la supo. Ella y el fotógrafo le solicitaron al chofer que detuviera el vehículo y bajaron de inmediato. Aunque Rafa continuó gritando, la ventanilla del carro estaba cerrada y fue imposible saber lo que vociferaba. Pero no es difícil imaginarlo...

Un saludo a todos. Ya falta muy poco para que concluya enero: ¡qué mes más duro! % Trataré de agotar algunos temas pendientes pues como les conté, después de mis vacaciones en Ocotal, pasé unos días por San José y después me fui de vacaciones a Atlanta. % El sábado 30 de diciembre en la transmisión de las corridas por canal 7 identificaron -con el generador de caracteres- a uno de los toros con el nombre de "El visco"; al día siguiente en canal 4 pusieron "El bisco" y yo hacía bizco leyendo esas estocadas a nuestro idioma. % Me bastó ver un poco de televisión nacional este fin de año para desencantarme aún más de la falta de originalidad. Aún comparados con cualquier programa latinoamericano de segunda, de esos que pasan por la cadena Sur, los nuestros, salvo contadas excepciones, no tienen nada qué hacer. No fui capaz de sostenerme de seguido con ningún canal durante las trasmisiones de Zapote, y cuando lo hacía, era para ver hasta qué grado podían llegar los fiascos. En Repretel, por ejemplo, hicieron una burda copia de una escena de un viejo (y buenísimo) programa argentino: Titanes en el ring. Muchos recordamos las misteriosas viudas que siempre llevaban flores al campeón, Martín Karadagián -por cierto la periodista Yuri Lorena Jiménez visitó su tumba, en Buenos Aires, hace unos meses-. ¿Cuál no sería mi sorpresa cuando vi que habían montado una situación idéntica, solo que adaptada a la plaza de toros? No sé qué pensarán las nuevas generaciones, pero a las cuarentonas que atesoramos los recuerdos de Titanes en el ring nos repugnó el plagio. % Y para no variar, los "pachos del año" de 103 TV difundidos el 3 de enero, eran cualquier cosa menos pachos. % Y siguiendo con Repretel, todo va viento en popa en los departamentos que dirige Amelia Rueda. Su segmento informativo de las mañanas ya está totalmente listo: tiene nombre, secciones definidas, trabajo adelantado y el set que, me cuentan, es supermoderno, estará terminado en unos días. Por su parte la reestructuración de¡Aló! ¿qué tal? va muy adelantada y su propuesta parece estar bastante buena. Y lo mejor, ya hay fecha fija para el arranque de ambos proyectos: el próximo lunes 2 de febrero. % Y hablando de televisión, el martes 6 de enero, en la página 9 del periódico Al Día , en una información titulada "Mordaza a la prensa" leí lo siguiente: "Para la periodista Pilar Chismeros, se trata de una barbaridad, y advirtió que..." Bueno, una barbaridad es haber confundido de esa manera el apellido de la conocida directora de NC4. % Un sábado de estos me encontré en un bar discoteca de Cartago a la periodista Karlissa Cavallini, lo que yo no sabía es que bailara tan bien el reggae. % Debo hacer una mención especial del trabajo de Edgar Silva, durante las labores de fin de año. Aparte de su trabajo cubriendo espectáculos en Telenoticias, también estuvo en todas las trasmisiones de los toros, el carnaval y el tope. Además ayudó en otras secciones del noticiero. Agreguemos que puso el toque humano con sus notas sobre el estado de salud del montador accidentado. % Algo que no merece ninguna mención de felicitación es la edición vespertina de Telenoticias del pasado 31 de diciembre. Primero, se veía muy mal que Alexis Rojas presentara con saco, corbata y un jeans desteñido. Después un jovencito de apellido Fonseca y nombre Carlos, del que prefiero no acordame, informaba (supuestamente en vivo) desde una de las novedades de Zapote. A mitad de la "transmisión" hubo un corte repentino y apareció otra vez diciendo: "Va de nuevo; 3,2,1..." Error garrafal, pasar un vídeo sin editar... Por último, otra vez Alexis, que seguramente para gastar tiempo -y a falta de guión- expresó: "Bueno a mis espaldas pueden observar el martillo, uno de los carruseles de Zapote..." Primero, lo que se veía no era lo que se conoce como martillo, porque en esos festejos no hubo esa atracción, sino el famoso barco Pirata; y segundo, ni el martillo ni dicho barco son carruseles, sino juegos mecánicos, desde que yo era chiquita los carruseles -como los caballitos- dan vuelta. % También tenía guardado en mis apuntes una nota que por grotesca había preferido ignorar, sin embargo, varios medios la hicieron pública el pasado 6 de enero y -modestia incluida- no tenían tantos detalles como yo que estuve cerca del incendio: resulta que una noche me fui a recoger a mis sobrinos a la discoteca Sambuca, de Playas del Coco, y me tocó ver el bochornoso espectáculo -bochinche- protagonizado por Froylán Ledezma.El futbolista reaccionó pesado y necio ante los ruegos de los encargados del bar, quienes trataban de calmarlo y llamarle la atención por su conducta no muy amigable. El hombre, quien está convertido en un "toro", porque en Holanda desarrolló su musculatura, empleó la fuerza para entrarle a puño limpio a tres miembros de seguridad de dicho bar a quienes mandó "a la lona" fácilmente. Al final se encontró con alguien que medio le respondió y optó por irse a otro bar con dos amigos. Froylán hizo alarde de millonario, debido a la gran suma que ganó con el contrato del Ajax de Holanda y según me contaron, tiró una tarjeta de crédito diciendo "¿cuánto cuesta este bar?" % Con esta me despido y los espero de domingo a domingo (como el periodista Pío Luis Acuña) en estas mismas páginas. Tía Zelmira, la que todo lo mira.