Trámites engorrosos y exceso de requisitos hicieron que ¢6.500 millones en bonos para familias de escasos recursos quedaran guardados el año pasado en los bolsillos del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).
Es decir, en el 2012 se entregaron 1.000 Bonos Familiares de Vivienda (BFV) menos que en el 2011 y se redujo en un 9%, el monto de inversión destinado a este fin.
Así lo revela el más reciente informe de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi), que evalúa cada año la situación habitacional y de desarrollo urbano en el país.
En el 2011, el Banhvi colocó ¢72.000 millones en subsidios (10.463 bonos), mientras que el año siguiente desembolsó ¢65.000 millones y otorgó 9.463 bonos: ¢6.500 millones y 1.000 bonos menos.
Eloisa Ulibarri, directora ejecutiva de Fuprovi, explicó que el problema no fue de fondos sino por la gran cantidad de trámites y el tiempo que debe ser invertido para cumplir con los requerimientos técnicos y financieros.
Fuprovi y el Banhvi coincidieron en que mucho del retraso en entregas es culpa de las municipalidades, que ponen trabas cuando deben dar permisos de construcción.
Atrasos. Según Juan de Dios Rojas, gerente general del Banhvi, el año pasado comprometieron el 100% del presupuesto (¢78.000 millones). Incluso el 31 de diciembre se quedaron con 3.000 bonos en las manos –aprobados y calificados por la entidad– que no lograron concretar o formalizar sino hasta este año.
¿Porqué se retrasó la formalización? Según Rojas, por trámites de construcción y factores como la entrada en vigencia del Código Eléctrico, que obligó al ajuste de presupuestos y cambios en normativas.
“Lo que pasó fue que se acabó el 2012. Si hubiéramos logrado concretarlos a finales de año, hubiéramos repartido 2.968 bonos; casi 2.000 más que en el 2011”, manifestó el jerarca de la entidad.
Con respecto a la rigurosidad de los bonos del Banhvi, Rojas insistió en que ellos solicitan “justamente” lo que deben pedir.
“Esos son los requisitos que establece la ley, de pleno conocimiento para todos los actores envueltos. Aquí le damos un trámite expedito a las solicitudes”, señaló.
A partir del día en que se presenta expediente y requisitos completos, el Banco tarda de tres a cuatro meses para emitir el bono.
Se intentó conocer algún testimonio de quienes recibieron bonos pero no fue posible.
No alcanza. La mayoría de soluciones del 2012 se colocaron fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) porque en esta zona los terrenos son muy caros, tanto que, según Fuprovi, los recursos de subsidio no alcanzan.
El año pasado bajó la cantidad de soluciones para casi todos los propósitos: no se dio una sola para la compra de lotes; apenas el 7% (662) fue para la ampliación y mejora de viviendas; el 12% (1.102) se usó en compra de lote y construcción; el 14% (1.290) en la compra de casa existente y casi el 70%% (6.409) para construir en lote propio.