París . Tras el "efecto 2000", que no tuvo demasiadas consecuencias para los ordenadores mundiales, las autoridades de varios países se mostraban confiadas este lunes, ante la eventualidad del 29 de febrero, que podría desorientar a los ordenadores que olvidaron que el año 2000 es bisiesto.
"Vigilancia sí, movilización no", declaró a la AFP Jean Michon, uno de los responsables de la Misión interministerial francesa para el paso al año 2000, encargada de controlar el funcionamiento de los ordenadores de la administración pública francesa.
"No debería suceder nada, o prácticamente nada, ya que las correcciones efectuadas para el paso al año 2000 han tenido igualmente en cuenta el 29 febrero", subrayó.
El problema podría surgir del hecho de que ciertos ordenadores corren el riesgo de no reconocer que el año 2000 es un año bisiesto.
EL 29 de febrero corren el riesgo de indicar como fecha el 1 de marzo.
Según el calendario gregoriano establecido por el papa Gregorio XIII en 1545, tres reglas gobiernan la determinación de los años bisiestos:
1) Los años divisibles por cuatro son bisiestos (el año 2000 lo es por lo tanto); 2) Los años divisibles por 100 no son bisiestos (2000 no lo es por lo tanto); 3) Los años divisibles por 400 son bisiestos (el año 2000 lo es por lo tanto).
Ahora bien, a menudo, la regla número tres es poco considerada por los informáticos.
"Al escribir sus programas, los programadores informáticos que no están al corriente de la regla número tres pudieron codificar el año 2000 como un año normal, en el que el mes de febrero sólo tiene 28 días", explica el Centro presidencial estadounidense para el paso al año 2000.
"Es improbable que los sistemas informáticos se hundan, pero es un problema real", declaró recientemente el consejero del presidente estadounidense, Bill Clinton, para el efecto 2000, John Koskinen.
El Banco de Japón incrementó este lunes la liquidez disponible en el mercado para responder a los temores.
El banco central dejó el lunes un exceso de liquidez de 9.800 millones de yenes (unos 90.000 millones de dólares) en los mercados monetarios, cuando sólo eran de 1.300 millones el viernes, indicó un portavoz.
Ese superávit es como media de 1.000 millones de yenes por día para mantener los tipos a muy corto plazo lo más cerca posible de cero.
"Hemos añadido 8.000 millones de yenes porque los tipos de interés a corto plazo han aumentado un poco a causa del próximo 29 de febrero", precisó el portavoz.
En Brasil el gobierno anunció que reactivará su Plan Nacional de Emergencia contra el Efecto Bisiesto, para prevenir eventuales daños en los sistemas de ordenadores de los principales sectores de la infraestructura del país, durante el paso del 28 al 29 de febrero.
El "mini-bug" ou "buguinho" como ha sido bautizado por los brasileños, fue considerado desde el principio en el plan nacional de emergencia del Efecto 2000, cuya coordinación está a cargo del Ministerio de Defensa.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.