Ingrid Vargas Morales comenzó la romería ayer a la 1:30 a. m. en Ciudad Colón, Mora, donde reside.
Al pasar por Tres Ríos de La Unión, Cartago, alrededor de la 1 p. m., se sentó para que su esposo le hiciera masajes en las piernas.
“Tengo dolor en las plantas de los pies y en las piernas”, expresó Vargas mientras su marido, Evangelista Zumbado, intentaba reanimarla para proseguir hacia la basílica de los Ángeles.
Al igual que Ingrid Vargas, otros romeros tomaron esta comunidad como una parada para descansar, comer algo e incluso recibir atención en el puesto de la Cruz Roja.
“Estamos descansando un poco y, de paso, comemos algo para tener fuerzas y seguir hacia Cartago”, dijo Sergio Alvarado Fernández, quien hizo la romería en compañía de sus hijos Bryan (16 años), Hilary (12) y José (10).
Esta familia tomaba un respiro ayer en las gradas del parque de Tres Ríos, que está a 12 km de la basílica de los Ángeles.
En esa misma plaza, Cristian González le hacía masajes a su esposa, Melissa Guillén, quienes son vecinos de El Cacao de Alajuela.
“Vamos a pagar una promesa porque compramos casa. Me duelen un poco las piernas, pero con este masaje seguiré”, dijo Guillén.
Entre tanto, en el puesto que instaló la Cruz Roja en Tres Ríos muchos romeros encontraron curitas y pomadas para paliar los dolores y también los calambres.
Carolina Barrantes aprovechó ese sitio para atender a sus hijos Daniel (9) y Diana (6) Ulloa.
“Nos sentimos muy bien, vamos despacio y lo bueno es que el tiempo está fresco”, comentó.
Cerca de ahí, Ingrid Artavia, vecina de Pavas, San José, también se sentó unos minutos para recuperar fuerzas, junto a sus hijas Anneth (4) y Yulea (7) Quesada.
Mientras Tres Ríos era un remanso, la fe, devoción y las lágrimas tomaron la ciudad de Cartago con los miles de fieles que llegaron para agradecer o pedir algún favor a la Virgen.
La principal causa (2.089) fue el dolor muscular, seguido de casos médicos, con 1.152.
Mientras tanto, Acueductos y Alcantarillados (AyA) distribuyó un millón de vasos de agua, 500.000 botellas e igual número de bolsitas de ese líquido, dijo Maritza Alvarado, directora de comunicación.
Por otra parte, ayer en Cartago se hizo la tradicional vestición de la imagen de la Virgen.
Durante la ceremonia, José Francisco Ulloa, obispo de Cartago, exhortó a la población a “desvestirse de los pecados” y pidió ser solidario con los necesitados.
“Quitémonos la vestimenta sucia, podrida, que nos llena de agresividad, intolerancia e irrespeto a la vida, y pongámonos el vestido puro de la Virgen, el vestido del amor al prójimo, y así tendremos una Costa Rica mejor”, expresó.
Centenares de fieles llegaron con vestiditos similares al que tenía la imagen.