En el futuro, el obispo de Cartago, monseñor José Francisco Ulloa, deberá evitar las referencias políticas en sus homilías, según una resolución del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), divulgada ayer por esa institución.
La sentencia 3281-E1-2010, que redactó la magistrada Zetty Bou, declaró con lugar un recurso de amparo electoral contra el prelado cartaginés.
“ En lo sucesivo, (Ulloa) deberá abstenerse de hacer llamados a no votar por candidatos o candidatas, que, a su juicio, no compartan los valores de la fe católica”, concluyó el órgano electoral.
Ulloa también fue condenado al pago de daños y perjuicios.
Esta es la primera vez que una condena de este tipo alcanza a un religioso.
Se intentó localizar a monseñor Ulloa, pero en sus oficinas informaron que está en Perú.
También se pidió criterio a la Conferencia Episcopal de Costa Rica (que reúne a todos los obispos), pero al concluir la tarde no hubo respuesta.
En octubre, la propia Conferencia Episcopal solicitó a sus sacerdotes no enviar desde el púlpito mensajes partidistas.
Los hechos que dieron origen a la gestión ante el Tribunal se registraron el 6 de setiembre de 2009 en Cartago, durante la celebración de la pasada de la virgen de los Ángeles.
En su homilía, Ulloa instó a los feligreses a no votar en las elecciones de febrero anterior por candidatos “que niegan a Dios y defienden principios que van contra la vida, contra el matrimonio y contra la familia”.
Sus manifestaciones hacían referencia a un proyecto de ley que se tramitaba en la Asamblea Legislativa para sacar la palabra Dios de la Constitución Política y eliminar la religión católica como la del Estado. La iniciativa no prosperó.
“Con su actuación, el Obispo Ulloa, cruzó la línea demarcada por el constituyente en el artículo 28”, dice la sentencia.
El TSE agrega que en el presente caso hubo una lesión a los derechos políticos electorales de los ciudadanos aptos para votar, sean o no católicos. Yeudy Blanco, uno de los recurrentes manifestó su satisfacción por el fallo del Tribunal. “Por principios, tengo la convicción de que debe haber una separación entre cualquier religión y el Estado.”
Los otros son César Barrantes y Mauricio Ordoñez, miembros de la Asociación Costarricense de Humanistas Seculares.