Nueva York. La actriz noruega Liv Ullmann, (en la imágen) heroína de nueve de los más celebrados largometrajes de Ingmar Bergman, ha llegado con sus 62 años a Nueva York, donde esta semana presentará Faithless ( Infiel ), su cuarta película como directora.
Según ha declarado a la prensa neoyorquina, es una historia escrita por Bergman, quien se negó a rodarla, que narra las desastrosas consecuencias de la relación adúltera entre un viejo escritor y director de cine, interpretado por Erland Josephson, y una actriz, encarnada por la estrella del teatro sueco Lena Endre.
El personaje principal de la película, en gran parte autobiográfica, se llama David Bergman y el lugar en el que escribe sus memorias, que sirven de argumento a Faithless , es una réplica del cuarto de trabajo del director sueco.
La directora, que tuvo una hija con Bergman durante una relación amorosa que duró varios años, destacó que la principal alteración que hizo en el guión original fue con el consentimiento del autor y consistió en poner de manifiesto el sufrimiento que la relación causa a su hija Isabelle.
Espacio infantil
"Hay un lugar especial para los niños en todo tipo de relación y creo sinceramente que Faithless tendría un impacto menor si no mostrara el daño que amenaza a esa niña", señaló.
El autor de las "memorias", el "Bergman" del filme, transmite un sentimiento de culpa en sus confesiones, pero la directora trata de "enfrentar" en la película al joven y al viejo Bergman.
"Sé que él no puede perdonarse, pero yo quería el perdón", declaró a propósito de una escena en que el protagonista interpreta un duro monólogo.
"Yo dejé que el viejo Bergman, que lo escucha, le dé una palmada en la mejilla", comentó.
Al concluir el guión, Bergman lo envió a Ullmann para que dirigiera la película y cuando Liv propuso que mejor se pusiese él detrás de las cámaras para rodar la historia, el famoso director replicó: "Quiero que la dirijas tú; quiero el punto de vista femenino".
"En cierto modo, su deseo era natural pues yo lo conozco a fondo, y fuimos el uno para el otro", confesó Ullmann a la prensa.