En 1996, "doña Conchita" inició una pequeña taquería, en la Colonia Condesa de México, donde el sabor de la carne y la forma personal y cálida de atender dieron prestigio al negocio y así fue creciendo.
Hoy, El Tizoncito es una de las cadenas de más tradición en ese país del norte, y la expansión de su sabor tradicional ha llegado hasta Costa Rica.
Este nuevo restaurante de comida mexicana está 100 metros al oeste del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) de Sabana Norte.
Su edificio, de tres pisos y pintado de llamativos colores, presenta una decoración que simula una vieja casa mexicana con faroles antiguos en la fachada y grandes candelabros de hierro en el interior.
La especialidad del restaurante es el taco al pastor, del cual se considera creador. Para Juan Carlos Merino, gerente del lugar, muchos han tratado de imitar su taco al pastor, pero no lo han logrado pues el sabor de la carne siempre es diferente.
"Lo más importante de nuestro taco es la marinación (fase de adobo), y este ha sido el secreto de la casa de doña Conchita por más de tres generaciones", explicó Merino.
El taco al pastor simple -hecho a vista de los comensales si se sientan en el primer piso- cuesta ¢ 195, aunque, como a todos sus precios, hay que agregarle los impuestos del 10 por ciento de servicio y del 13 por ciento de ventas.
La mayoría de las materias primas que utiliza El Tizoncito son importadas de México para garantizar el sabor original de las recetas.
Para Merino, lo esencial de su restaurante es la calidad del servicio.
"No necesariamente queremos ser un restaurante de cinco tenedores, donde la atención es muy seria y rígida, Queremos ofrecer un lugar donde, cuando el cliente entre, le digamos: `¿Cómo está, amigo?' y compartamos momentos con él", agregó Merino.
Mesa norteña
La comida de México ofrece una gran cantidad de "antojitos". El Tizoncito lleva a la mesa algunos de los principales tacos de ese país norteño.
Un taco "gringa de la bola" o "tizoncito", como lo llaman en México, cuesta ¢ 890.
El taco "al pastor de la bola" vale ¢ 940; si lo pide con queso, su precio aumenta a ¢1.490.
Para quienes no comen carnes rojas se ofrecen tres variedades más de tacos al pastor, asados en una parrilla de carbón: de pollo, camarón o pescado. Sus precios oscilan entre ¢ 1.100 y ¢ 1.400, el tradicional, y entre ¢ 1.650 y ¢ 1.950, con queso.
Además de la especialidad de la casa, se ofrecen "tacos de alambre" de res o pollo a ¢ 1.100 (tradicional) y ¢ 1.650 (con queso), la sopa del día, consomé y frijoles charros.
Cada vez que un cliente llega, le sirven el frijol de cortesía, una porción de frijol molido y chile chipotle con tortillitas tostadas para que empiece a picarse del sabor mexicano.
Otra de las opciones es el "huarache placero" ¢390, platillo que incluye una tortilla ovalada con frijol, cebolla, lechuga y queso rallado sobre esos ingredientes. Mas, para las personas que desean agregarle carne, tocineta, bisté o hongos, está "tu huarache" y cuesta ¢ 1.240.
El "no que no", el "queso Juanita", las quesadillas de tortilla de harina o de maíz, son otros de los platillos mexicanos que ofrece el nuevo lugar.
El pollo, bisté, costilla, chuleta y chuleta especial son platos que también se preparan y que Merino sugiere combinar con otras variedades de alimentos para probar diferentes sabores.
El pozol y las cazuelas de queso con chorizo, hongos, nopales o cecina son otras opciones que brinda el menú a los amantes de este tipo de cocina.
Para acompañar esos platos se ofrecen las famosas "aguas frescas", elaboradas, según Merino, con frutas como guanábana y tamarindo. También está la tradicional horchata de arroz.
Asimismo, se ofrecen bebidas como "michelada" (coctel de cerveza cuyo vaso está escarchado con sal) y "chilada", igual que el anterior, pero, en lugar de sal, se agrega chile piquín.