'Mildred Pierce’ es la nueva versión del clásico del cine de 1945 en una adaptación para la televisión, fragmentada en cinco capítulos de una hora. Como gran atractivo cuenta con un elenco de primera línea encabezado por su protagonista, la laureada actriz británica Kate Winslet.
La miniserie adopta el sello personal del director Todd Haynes y se aleja del estilo “noir” característico de los dramas criminales hollywoodenses imperantes desde principios de los años 40 y hasta finales de los 50. De ahí que los críticos hayan señalado una diferencia sustancial con respecto a la película dirigida por Michael Curtiz y que le diera un Óscar a la actriz Joan Crawford en su primer papel como protagonista de un filme.
Haynes prefirió ir directamente a la novela de James M. Cain (1941) y a partir de ahí agregarle a la historia el melodrama extravagante común en sus películas, como Lejos del Cielo ( Far from Heaven , 2002), por citar un ejemplo. Para Haynes, Mildred Pierce , la novela, resultó mucho más relevante en su historia que la película original y con un aire moderno y contemporáneo que lo sedujo. ¿Qué más actual que la historia de una mujer de clase media intentando salir a flote con su familia?
Tiempos difíciles
La historia se desarrolla durante el período de la Gran Depresión (crisis económica mundial en la década de los 30), específicamente en el estado de California. Ahí, Mildred trabaja como camarera tras sufrir el abandono de su esposo y la muerte de su hija menor.
Estos reveses hacen que Mildred vuelque su atención hacia su otra hija, Veda , (interpretada de niña por Morgan Turner y de mujer adulta por Evan Rachel Wood), y quien se caracteriza por ser, desde muy pequeña, una ambiciosa y esnobista malagradecida.
Winslet, descrita por la crítica de TV de Los Ángeles Times , Mary McNamara, como un personaje triste que no sonríe durante casi toda la serie, es también una mujer gobernada por voces internas tan fuertes “que casi se pueden escuchar”. Su única fuente de placer es su relación emocional y sadomasoquista con su hija, así como sus arrebatos de sexo maniaco con hombres por los cuales ella no guarda ningún respeto.
Otros nombres destacados en el reparto son Melissa Leo, reciente ganadora de un Óscar como Mejor Actriz de Reparto en The Fighter (2010), y el actor australiano Guy Pierce ( Memento , 2001 y El discurso del Rey , 2010).
La serie ha recibido mayoritariamente buenas calificaciones por parte de la crítica especializada, que incluso la ha catalogado como “una desgarradora obra de arte.”
El New York Times , sin embargo, aunque alaba su fidelidad al texto de James M. Cain, consideró que falla en aprovechar el mítico choque entre madre, amante e hija ingrata y en ese sentido le resta méritos si se le compara con la versión cinematográfica.
Momento justo
El director Todd Haynes se topó con la novela de Cain en el momento en que los mercados financieros estadounidenses se tambaleaban y esta circunstancia estableció para él una gran relevancia acerca de lo que estaba sucediendo.
Igual opina Christine Vachon, productora ejecutiva, quien considera que existen muchos elementos que se conjugan y dan la sensación de que esa misma historia podría suceder ahora.
Sobre la escogencia de Kate Winslet, recordada por su papel de Rose DeWitt en Titanic (1997), de James Cameron, Haynes asegura que no pudo pensar en otra actriz para el papel de Mildred , dada su versatilidad y fuerza dramática.
Por su parte, la actriz confiesa que su papel en la serie fue una oferta imposible de rechazar y afirma que el nivel de exigencia ha sido el más fuerte desde su actuación en Titanic. “Es como hacer dos películas y media en 16 semanas”, dijo Winslet en un especial sobre el enorme trabajo requerido para llevar la historia al formato televisivo y con la altísima calidad cinematográfica característica de las producciones de HBO.
Aspectos muy cuidados como la ambientación de la época y la fotografía de Saul Leiter, en la cual sobresalen los detalles como espejos, reflejos y superficies arenosas, son dos de los grandes atractivos de la serie, que aportan a la creación del estado emocional de los personajes.
David Hinckley, del New York Daily New s, destaca el aspecto único y el sonido de esta nueva producción, así como la utilización del tono sepia con sombras de color café o amarillo, y con lo cual se recrea mejor el espíritu de la década de los años 30.
Asimismo, el vestuario planteaba retos interesantes si se quería transmitir con fidelidad el espíritu de dicha época. Ann Roth fue la encargada de poner atención a los más ínfimos detalles y tener el cuidado de ir marcando la evolución en las tendencias de la moda según se desarrolla la historia; específicamente en los años 1931, 33, 37, 39 hasta llegar a la década de los 40.
Un drama de clases
Para la crítica ya citada,Mary McNamara, la serie no solo es un buen show televisivo, sino también un invaluable y poco común regalo: un melodrama americano sobre clases sociales.
Según McNamara, durante el último medio siglo, los estadounidenses se sienten cada vez menos cómodos con las conversaciones acerca de las clases sociales y prefieren discutir sobre raza, sexualidad y celebridades, optando por estratificar el mundo, basados en una escala de celebridad y no tanto en el estatus socioeconómico de los individuos.
Hay consenso en las calidad de las actuaciones, en especial la de Kate Winslet. David Hinckley considera que la actriz logra un nivel de desempeño a la altura de Joan Crawford en la versión cinematográfica. Ayuda a la trama el mayor protagonismo de Veda , su exigente hija, lo que da como resultado, según Hinckley, una fiel visión de la Mildred de Cain como un símbolo de las debilidades personales y los deseos no cumplidos en la dura época de la Gran Depresión.
“Nos recuerda que no todos logran superar el arcoiris y llegar al lugar donde los sueños que uno se atreve a soñar, se hacen realidad”, puntualiza Hinckley.