Han pasado 25 años desde que el escenario musical latinoamericano vio nacer a una agrupación que, con el tiempo, se convirtió en todo un referente generacional: la banda Timbiriche.
De esto pueden dar cuenta aquellos que se ubican entre los 30 y los 40 años de edad, quienes cantaban desgalillados, coreaban y coreografiaban temas como Besos de ceniza, Corro, vuelo, me acelero y Tú y yo somos unos mismo.
Corrían los años ochenta e inicios de los noventa cuando este grupo de seis integrantes (de un total de 19 que lo integraron en algún momento) logró vender cerca de 10 millones de discos, imponer moda (¿se acuerdan de los pantalones bombachos y los copetes con mucha laca?) y robar múltiples suspiros.
Hoy, en el 2007, esta agrupación que se desintegró en 1994 (aunque hubo dos nuevas producciones o compilados en 1998) saltó a la palestra musical para celebrar su vigesimoquinto aniversario.
Lo hicieron Sasha, Diego, Alix, Benny, Mariana y Érick, quienes no solo han vendido miles de copias de su disco Timbiriche 25 años , sino que también formaron parte del reality show de Televisa, cuyo fin fue buscar a la nueva banda que portaría este nombre clásico. Así fue: el pasado 14 de octubre se conocieron a los nuevos siete miembros de Timbiriche, la nueva banda.
Ya para el 2008 los “antiguos” timbiriches –según la prensa mexicana– deberán dejar atrás esta aventura bajo este nombre, pero antes deleitarán a aquellos ticos treintones (y hasta otros más jóvenes o más adultos) en su concierto del próximo 28 de noviembre, en el complejo Pedregal, cantón de Belén, Heredia.
Para hablar de este espectáculo, pero también sobre todo lo que han significado estos 25 años del grupo, Viva conversó en exclusiva con Diego Schoening, ayer, vía telefónica desde el Distrito Federal.
¿Qué expectativas tiene Timbiriche de este concierto y, en general, qué puede esperar el público tico de ustedes?
Como siempre, nosotros esperamos lo que siempre nos ha dado Costa Rica: mucho cariño, mucho apoyo y, bueno, les ofreceremos el show que hemos presentado en el Auditorio Nacional (en la capital mexicana). Este es un espectáculo lleno de amor, de emoción, de remembranzas y de cariño. Queremos darles las gracias al público que nos apoya.
¿Qué tal la experiencia de grabar temas de antes con arreglos nuevos para Timbiriche 25? ¿Fue difícil escoger las canciones del disco?
Yo creo que no, porque son canciones que nos encantaban y que al público le gustaban también. La escogencia de los temas fue un reto para los productores, más que para nosotros. A mí me encantaron los nuevos temas y me sentí cómodo. Ahora viene un nuevo disco en vivo con tres temas inéditos (sale al aire en diciembre).
Son 25 años desde el nacimiento de la agrupación y mucha agua ha corrido debajo del puente. Algunos de ustedes han hecho carrera como solistas, algunos tienen familia. ¿Cuál es el balance que hacés luego de 25 años del nacimiento del grupo?
Yo creo que es un balance muy a favor, lleno de logros personales y artísticos; ha sido una vida llena de emociones, de cariño... de grandes satisfacciones. Por ejemplo: yo ahora he aprendido mucho de mis hijos (de 6 y 4 años) y de todo su crecimiento.
Ahora que hablás de tus hijos pequeños, te pregunto si, viendo hacia atrás cuando ustedes comenzaron en 1982 y eran niños, ¿sentís que perdiste algo de esa época o, por el contrario, la volverías a vivir?
Fue una decisión propia (la de integrar el grupo), pero claro que tuvo sus carencias, porque llevaste una vida diferente a la que llevaba el niño “normal”. No me quejo ahora, pero sí reconozco que, por ejemplo, hubo falta de amigos en la preparatoria (escuela) por el ritmo de vida que llevábamos.
Quedémonos en aquella época: de los pantalones flojos (bombachos), copetes con mucha laca, vestidos de colores chillones y muchos accesorios. ¿Qué te parece, ahora, aquella moda? ¿Le habrías cambiado algo a esa indumentaria o considerás que era la apropiada?
Era un sello muy vanguardista, al mejor estilo de los Estados Unidos o Europa. Ahorita te das cuenta que todo lo que viste antes ahora está siendo reciclado a nivel de música, de imagen y de ropa. Todo es reciclado, como las camisas de bolitas (risas).
¿Es, entonces, un reciclado el nuevo proyecto de Televisa: Timbiriche, la nueva banda?
Yo creo que (este nuevo proyecto) va a tener vida propia. Es un grupo totalmente diferente: desde las personas que lo conforman hasta el estilo que le darán al grupo. Yo creo que es otra cosa. Ellos deben de luchar por su propia imagen, su propia vida, de pensar y de proyectar y no ser una copia.
Traigo a colación la inquietud que varios de ustedes externaron cuando comenzó el proyecto (a mediados de años), para que se cambiara el nombre al futuro grupo, puesto que dejarles el mismo sería dejarles el peso de fama y de la historia del nombre Timbiriche...
Sí, el nombre de Timbiriche pesa, y eso en lugar de beneficiarlos podría hacer que la gente tienda a comparar. Por eso yo creo que es importante que ellos (Timbiriche, la nueva banda) tengan su manera de cantar, de actuar y que busquen su propia manera de hacer su carrera.
¿Qué consejo le darías a sus sucesores y a los seguidores de la banda original con respecto a esta nueva propuesta?
Que le den la oportunidad a la nueva banda de demostrar su propia música; ellos tienen su propia onda.
Una vez que termine esta aventura para ustedes seis, ¿qué se vislumbra en el horizonte? Supongo que no será fácil despegarse de la piel el nombre Timbiriche...
Venimos con varios conciertos en México y posiblemente en Estados Unidos. Ya se están negociando las fechas para presentarnos en ese país. Para Diego Schoening viene un disco lleno de felicidad, puesto que llevo muchos años buscándolo y por fin se vuelve a dar y eso es lo más importante.