Madrid, 13 nov (EFE).- El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa consideró hoy que "Visión del sermón" es la primera gran obra maestra absoluta de Paul Gauguin, durante una conferencia que ofreció en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Con el conocimiento profundo de Gauguin que le han proporcionado los más de tres años en los que trabajó escribiendo "El paraíso en la otra esquina", Vargas Llosa hizo una semblanza del artista incidiendo en su aspecto más humano, ante un público que abarrotó el salón de actos del museo y que obligó a habilitar una pantalla para que la conferencia pudiera seguirse desde el exterior.
La novela de Vargas Llosa está inspirada en las vidas paralelas de dos personajes históricos: Flora Tristán, una de las pioneras del feminismo socialista e hija de un militar peruano, y de su nieto, el pintor francés Paul Gauguin.
Vargas Llosa calificó de magnifica la exposición "Gauguin y los orígenes del Simbolismo" que acoge el Thyssen-Bornemisza, en la que se aprecia "que el artista no sólo fue genial cuando llegó a la Polinesia, sino que lo era antes, y ello se ve en 'Visión del sermón', su primera gran obra maestra absoluta".
Convencido de que el arte occidental estaba enfermo y languidecía monopolizado por una minoría, "inició su aventura exótica", agregó.
Se trasladó a Panamá y a Martinica, lugar en el que se relacionó por primera vez con el exotismo que caracterizaría su pintura, y allí "se descubre y pinta los primeros cuadros que luego serían los típicos suyos, en los que el hombre y la naturaleza se confunden".
A su regreso a Francia se refugia durante el verano de 1888 en Bretaña, en Pont-Aven, donde la religión estaba muy viva, y "ese verano la fe empieza a contaminar a Gauguin", quien pintó su primera obra simbolista.
"Visión del sermón" muestra en primer plano unas mujeres bretonas con sus características cofias en actitud de rezar, mientras al fondo está la supuesta visión que tienen las devotas tras el sermón, en la que aparece Jacob combatiendo con el ángel, "con posturas de luchadores de sumo", siendo esta escena la parte simbólica.
Gauguin utiliza la influencia de la estampa japonesa, pues rehúsa manejar la perspectiva tradicional, y consigue un efecto de figuras planas, en un cuadro en el que los colores aparecen puros, sin mezclar.
Vargas Llosa recordó que Gauguin estaba orgulloso de esta obra sobre la que escribió a Van Gogh: "Para mí en este cuadro el paisaje y la lucha sólo existen en la imaginación de la gente que reza después del sermón, de ahí el contraste entre la gente de tamaño natural y la lucha en su paisaje, no natural y desproporcionada."
Recordó que el artista consideraba que, gracias a esta obra, "había liberado a la pintura de sus cadenas".
"Visión del sermón" está impregnada de espiritualidad, afirmó Vargas Llosa, quien señaló que, "una vez reunidas todas las explicaciones" sobre esta obra, "siempre hay algo en el cuadro que se nos escapa, algo que está más allá y que la hace misteriosa, inquietante e inexplicable". EFE
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