EDERICO GARCÍA LORCA llamó al flamenco una de las mayores invenciones de la gente española. Y lo es puesto que este maremoto expresivo es uno de los productos de factura andaluza que ha sobrevivido al tiempo, a las generaciones y a las latitudes.
Su procedencia es bastante incierta. De antiquísimas raíces, su rastro se pierde en el tiempo, y faltan documentos que nos aclaren las dudas. Podría tener sus orígenes en los cantos y danzas populares que existieron en Andalucía hace muchos siglos.
Pero, bueno, de dónde vino ya no nos ocupa tanto como el hecho de que está, y está aquí, en el Primer Festival Internacional de Flamenco.
El fin de esta actividad está claro: "Mostrar el talento flamenco costarricense en el más codiciado escenario: el Teatro Nacional. Además, intentamos atraer a destacadas figuras extranjeras hacia nuestras aulas y escenarios para fomentar el aprendizaje de tan estimulante arte andaluz en nuestras tierras", afirman los organizadores, un dúo formado por la Asociación Flamencos de Costa Rica y el Teatro Nacional.
Las productoras, en cambio, tienen nombres de mujer: Graciela Moreno, directora del Teatro Nacional; Damaris Fernández, presidenta de la Asociación de Flamencos de Costa Rica, y María Bonilla, dramaturga y actriz costarricense.
En realidad, esta fiesta flamenca vio la luz el lunes anterior, cuando talleres y conferencias, impartidos por especialistas, fueron los debutantes; sin embargo, lo bueno apenas comienza. El próximo martes, usted podrá escoger entre más conferencias, talleres, noches flamencas y espectáculos con cuerpos no menos espectaculares forjados por esta disciplina de las tablas. El listado está en el recuadro.
Desde hoy, nadie podrá esconderse de la belleza de un espectáculo en el que el cuerpo, la música, la guitarra y los tacones tienen mucho que decirse sobre el escenario.