Que el sida está no hay duda: desde el inicio de la epidemia en los años ochenta este terrible virus (el VIH) ha infectado a 56 millones de personas y le ha robado la vida a 20 millones de ellas. Lo peor es que su alcance crece cada día más.
Sin embargo, el origen del terrible virus es una de las preguntas que intriga aún a la humanidad.
Hoy, la revista británica Nature publica tres estudios independientes que dejan sin fundamento a una de las principales hipótesis que se manejaban en el mundo científico.
La hipótesis declaraba que las raíces de la epidemia se hallaban en la transmisión del virus del chimpancé al hombre a través de vacunas de polio contaminadas. No obstante, la teoría falla unas pruebas cruciales, tal como dice Robin A. Weiss en un análisis que acompaña los estudios en la publicación de hoy.
Dicho supuesto se empezó a formular en 1987 y se dio a conocer a la opinión pública cinco años después a través de un artículo de la revista Rolling Stone . Lo que proponía Tom Curtis en el escrito es que el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) venía del SIV (síndrome de inmunodeficiencia en simios).
Los datos históricos apoyaban la hipótesis: las primeras vacunas orales de la polio se cultivaron en riñones de simios y el Instituto Wistar había realizado pruebas de la vacuna en el Congo africano en los años cincuenta época y lugar donde se estima que apareció el VIH.
La suposición se hizo aún más popular con el libro El Río: un viaje a la fuente de VIH y el sida (1999) del periodista científico de la BBC de Londres, Edward Hooper. En él, se promulgó que se había utilizado riñones de chimpancés para cultivar las vacunas orales de la polio.
"Hooper trata de establecer lo que un panel de científicos no pudieron hacer en 1992 que el VIH se propagó de los monos a los seres humanos a través de vacunas experimentales de la polio probadas en África. Llega cerca, muy cerca, pero se queda corto en la evidencia irrefutable que daría fin al asunto", dijo Alice Park en una crítica en la revista Time en 1999. La evidencia está ahora, y la hipótesis se ha venido abajo.
Vacuna exonerada
La vacuna de la polio es inocente. Esa es la conclusión a la que llegan los estudios del Instituto Pasteur en Francia, el Instituto Nacional de Control de Estándares Biológicos del Reino Unido (INCEB) y científicos de la Universidad de Oxford, también del Reino Unido.
En el INCEB se analizó genéticamente distintas muestras de las vacunas que se utilizaron en los años cincuenta. El ADN amplificado reveló que no había rastro alguno del virus VIH, al igual que era nula la presencia de ADN mitocondrial de chimpancés.
El estudio francés, liderado por Simon Wain-Hobson, hizo una investigación similar, pero además comprobó que los monos utilizados para la creación de las vacunas no fueron chimpancés.
El SIV del chimpancé aunque con diferencias significativas es el que más se parece al VIH. La variedad del virus que se manifiesta en los monos macacos (que son los que se utilizaron en la elaboración de las primeras vacunas) es muy distante en su estructura al VIH.
De igual forma, el virus que se presenta en la especie del mono verde (animal que fue utilizado posteriormente) también presenta diferencias inmensas.
De esta forma, la idea de que el virus del chimpancé llegó a infectar al hombre a través de las vacunas queda sin fundamento.
Y, como plato final, Edward Holmes y sus colegas en la Universidad de Oxford demuestran que un ancestro común del virus moderno estaba presente en el humano antes del inicio de las pruebas de la vacuna en los años cincuenta.
"Unos bellos datos han destruido una teoría horrible", dice Weiss en su análisis.
Otras hipótesis
¿De dónde vino el virus del sida? La respuesta es difícil de encontrar. Por ahora, lo único que se tiene son otras hipótesis.
Tal como si fuesen rumores, las ideas son variadas: por un lado se ha hablado sobre la posibilidad de que el virus fuera creado en un laboratorio como arma biológica, también se ha dicho que puede haber aparecido por una mutación, y se mantiene en pie la posibilidad de que tenga su origen en el virus SIV de los primates.
El inmunólogo costarricense José Bonilla era un seguidor de la hipótesis de las vacunas. "Los estudios dejan a la hipótesis tambaleándose", dice.
No obstante, para Bonilla, el origen del virus probablemente sí vino de los monos. Explica que la transferencia pudo haber sido por contacto sexual, por consumo de la carne de los monos cruda, accidentes como mordeduras de los animales, etcétera.
Mauricio Frajman, también especialista en inmunología, tiene una opinión distinta.
"Las diferencias entre el SIV y el VIH son muy amplias; es difícil creer que se dé una mutación de esa magnitud que permitiera la transferencia del virus de una especie a otra", dice.
Tal como dice Frajman, lo más seguro es decir que no se sabe.
¿Viene el sida de los monos? La respuesta queda aún el mundo de las incógnitas. Sin embargo, las vacunas de la polio han quedado libres de culpa en la aparición de esta epidemia.
En busca de una vacuna
El comienzo de la epidemia del sida intriga a todos, no obstante es prioridad encontrarle un fin a la terrible enfermedad más que hallarle sus raíces.
Los ojos de la comunidad internacional están en la elaboración de una vacuna contra el sida.
Hace 15 años se inició la búsqueda por una vacuna efectiva.
Los científicos se han encontrado con grandes obstáculos en el camino.
En la actualidad están en fase experimental 20 vacunas diferentes.