por Mar Marín
La Habana, 23 may (EFE).- La III Conferencia "La Nación y la Emigración", que reunió al Gobierno cubano con el exilio moderado, terminó hoy con vivas a Fidel Castro, críticas a EEUU y casi una nula discrepancia, salvo la expresada por el disidente Eloy Gutiérrez Menoyo.
El encuentro reunió en La Habana a altos cargos del gobierno con más de 400 emigrantes y representantes de organizaciones del exilio moderado para tratar temas relacionados con emigración, aduanas, cultura e inversiones de emigrantes en la isla.
Tanto gobierno como exilio moderado coincidieron en criticar el embargo impuesto por Estados Unidos y en condenar las últimas medidas adoptadas por la Casa Blanca para acelerar la transición política en la isla.
Además, el encuentro permitió al gobierno confirmar que, tal como había anunciado hace meses, a partir del 1 de junio se eliminará el permiso de entrada en la isla para los cubanos residentes en el exterior con pasaporte habilitado.
Los permisos de estancia serán de 30 días, prorrogables por otros 30, en lugar de los 21 días actuales.
También se harán "más expeditos, seguros y confiables" los trámites aduaneros para los emigrantes.
La "satisfacción" por el "éxito rotundo" de la conferencia expresada por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, contrastó con la "falta de debate" observada por Eloy Gutiérrez Menoyo, ex comandante de la revolución y líder de grupo del exilio moderado "Cambio Cubano".
En opinión de su hija Patricia, la cita "no fue una reunión de emigrantes, sino de funcionarios (...), una reunión de partido", a la que asistieron además, dijo, varios funcionarios de embajadas cubanas en el exterior.
"No ha habido riqueza en el debate", lamentó Patricia Gutiérrez Menoyo, quien en la primera jornada de la conferencia escuchó abucheos contra las demandas de apertura democrática y legalización de la oposición planteadas por padre durante uno de los debates del encuentro, celebrados a puerta cerrada.
"No ha habido un amplio espectro representado", insistió la hija de Gutiérrez Menoyo, que criticó también la vaguedad sobre las medidas anunciadas para favorecer a los emigrantes.
"Han anunciado cosas, pero no han dicho cómo ni cuándo se van a desarrollar, y han tenido tiempo bastante para prepararlo porque han pasado nueve años desde la última conferencia (en 1995)", declaró a EFE.
A juicio del canciller, por el contrario, la reunión ha supuesto grandes avances, aunque las medidas no se adoptarán hasta que el gobierno no lo considere oportuno, en función "del tiempo que duren los intentos por agredir a nuestro país".
"El bloqueo (de EEUU) y la agresión contra Cuba juegan un papel clave en las limitaciones y restricciones", según el ministro, que afirmó que "las autoridades cubanas tienen el derecho y la obligación de mantener medidas defensivas que protejan al país en el tema migratorio".
El canciller no se pronunció sobre la situación de Gutiérrez Menoyo, que regresó al país el pasado año tras veinte años de exilio para defender espacios legales para la oposición.
Gutiérrez Menoyo, explicó, fue invitado "no por motivos ni cálculos políticos, sino por motivaciones humanitarias, humanas y por un espíritu de amplitud para el diálogo con la emigración", aunque, subrayó, "nosotros trazamos los límites, porque nosotros somos los representantes del pueblo".
Minutos antes de comparecer ante la prensa, el canciller asistió a la clausura de la Conferencia, que concluyó con vivas al presidente Fidel Castro y gritos de "Fidel aprieta, a Cuba se respeta" y "Cuba sí, yankis no".
Castro, según la agenda prevista, asistirá esta noche a una recepción a puerta cerrada con los asistentes, a la que están invitados Gutiérrez Menoyo, encarcelado en Cuba durante veinte años por actividades contrarevolucionarias, y siete cubanos que participaron en la invasión de Bahía Cochinos y a los que les fue reconocida la ciudadanía en esta Conferencia.EFE
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