Los Chiles. Leo Hernández, de 76 años, vive en el poblado de Hernández, en una rústica vivienda con piso de tierra.

Ese tipo de casas están al borde de la extinción. Todavía quedan 20.271, y eso no representa ni un 2% de las viviendas del país.
Desde hace nueve años, Hernández habita en esa misma casa de dos dormitorios. Vive solo, sin hijos ni esposa, y trabaja en una plantación de naranjas que no le deja ni ¢20.000 semanales.
“Esta es mi realidad y hay que agradecer porque a mí me prestaron esta casa. Aquí vivo así y aquí espero morir”, comentó el sancarleño, rodeado de muy pocos muebles, oscuridad, deterioro y un humilde fogón para cocinar.
Su piso de tierra se humedece; las paredes están llenas de hendijas por donde se filtra el agua de lluvia. También hay goteras.
Hernández explicó que ha gestionado varias veces un bono de vivienda. Dijo que sus ingresos no le permiten pagar un alquiler y, mucho menos, pensar en construir un techo propio.
A pesar de que su necesidad ya tiene varios años, aún no obtiene respuesta o ayuda.
“Por lo menos tengo dónde pasar la noche bajo techo. Eso se lo agradezco a Dios y a la persona que me presta este lugar”, dijo.
Muy pocas. Las casas con piso de tierra son más comunes en las zonas rurales que en las urbanas.
De las 20. 271 casas en esa condición, el 18% (3.564) está en la Gran Área Metropolitana (GAM) y el 83% (16.707) se ubica fuera.
Así lo reveló el informe de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi) del 2012, que evalúa la situación de vivienda y desarrollo urbano en Costa Rica cada año.
El distrito que contiene el mayor porcentaje (el 42%, 8.513 ) de estas casas es Chirripó, en Turrialba.
En segundo lugar está Pilas, en Buenos Aires de Puntarenas, que alberga el 16% (3.243) y de tercero está el Valle de la Estrella, en Limón, que contiene el 13% (2.635) de esos pisos.
Un factor determinante es que muchos de los territorios indígenas se localizan dentro de estos distritos y muchas de sus viviendas, por tradición e ingresos económicos, tienen pisos de tierra.
Dentro de la GAM, estos inmuebles están, sobre todo, en asentamientos informales (precarios y tugurios). El distrito con menor cantidad de casas de piso de tierra es Calle Blancos de Goicoechea, con el 1,3% (74 casas).